­El Real Mallorca espera presentar hoy a Tobias Henneböle, que firmará un contrato con la entidad bermellona después de superar un mes a prueba a las órdenes de Albert Ferrer. El alemán, de 23 años, ha convencido durante este tiempo al cuerpo técnico, que valora especialmente su potencia física y su polivalencia. De este modo, el joven futbolista se convertirá en el undécimo refuerzo del mercado de verano.

Tobias suele actuar en el centro de la defensa, pero en la mayoría de partidos de pretemporada el entrenador le ha ubicado como pivote en el centro del campo.

El alemán llegó a Son Bibiloni procedente del filial del Wolfsburgo y ha superado con creces las expectativas. Al contrario que Jimmy Kébé, que también empezó a prueba el primer día de la pretemporada y decepcionó.

El futbolista llegó a la isla sin hacer ruido y ha acabado confirmándose como una de las sorpresas más agradables del verano. Ferrer quiere explotar su 1´92 de altura y tener a su disposición a un jugador que, en caso de lesiones o sanciones, podrá reforzar el eje de la defensa y el centro del campo.

Por otro lado, el club todavía no ha tomado una decisión con respecto a Aaron Kuhl, aunque los presagios no son halagüeños para el mediocentro inglés que entrena a prueba desde el pasado jueves.

Kuhl, de 19 años, no jugó ni un minuto el sábado ante el Heerenveen y ayer no regresó a Palma desde Holanda con el resto de la expedición bermellona. "Ha tenido que viajar a Inglaterra por temas administrativos. Ya veremos cuál es la decisión que tomamos", indicó Utz Claassen después de la presentación de las equipaciones.

El Mallorca amplía de este modo una lista de refuerzos que ya incluye a once futbolistas, uno por demarcación. La dirección deportiva trabajará en la contratación de más jugadores hasta el 31 de agosto, pero considera que a día de hoy el técnico bermellón ya tiene a su disposición una plantilla capaz de competir por subir a Primera División.

El objetivo es llegar al Ciutat de Palma, el 11 o 12 de agosto, al mejor nivel posible para dar una buena imagen ante el mallorquinismo.