Dos errores groseros, impropios de futbolistas profesionales y que condenan a la histeria a un Mallorca, al menos una semana más. Riera y Cendrós vivieron ayer la cara más amarga del fútbol porque sus fallos provocaron la derrota ante el Racing de Santander. Y ya es casualidad que se hayan producido en el mismo encuentro, justo cuando los bermellones necesitaban ganar más que nunca este curso, para alejarse del descenso y romper la nefasta racha. El primero de ellos llegó en el minuto 72. En una acción sin aparente peligro, Riera cede defectuosamente a Cabrero y Álvaro, más listo que ambos, para elevar el 1-2 en el electrónico. Y el desastre llegó en el descuento, poco después de que Xisco hubiera empatado. Cendrós, en una jugada difícil de entender, cedió muy flojo al meta y Sylla, con picardía, se adelantó a ambos para certificar la derrota de los rojillos.