Cuatro años y dos meses después de su aterrizaje en el Real Mallorca, Utz Claassen (Hannover, 1963) se ha hecho con el control absoluto del club. Ayer, y de forma totalmente inesperada, en el día en que finalizaba el plazo para acudir a la ampliación de capital, el alemán oficializó ante notario la compra del 49,7 por ciento de las acciones del grupo de Serra Ferrer, Wizard Mallorca Group SL, por la cantidad de 1,5 millones de euros, según ha podido saber este periódico y pese a que en el contrato figura una cláusula de confidencialidad sobre la cifra. De esta manera, el presidente y consejero delegado aumenta su participación en el accionariado del club hasta el 74,4 por ciento mientras que su esposa Annette alcanza el 20 por ciento. Por lo tanto, el grupo Claassen controla el 94,4 por ciento, lo que le permite hacer y deshacer a su antojo en la toma de decisiones sin necesidad de consultar a nadie.

La operación de compraventa, que necesita la aprobación del Consejo Superior de Deportes para que tenga carácter oficial -debe cumplirse este requisito si se supera el 25 por ciento de la transacción- se cerró en torno a las cinco de la tarde de ayer, tras más de seis horas de reunión. En el despacho del notario Francisco García de la Rosa, en Son Servera, se citaron, por un lado, Claassen y su abogado Eduardo Mazorriaga; y por otro, Tolo Martorell, administrador único de Wizard; Miquel Coca, poseedor de un 3,7 por ciento de acciones, y los abogados Eduardo Valdivia y Julián Carnicero. Tanto Claassen como el grupo de Serra examinaron con lupa todos los puntos del acuerdo, que contempla, entre otros conceptos, que el alemán pagará un millón y medio de euros, una parte al contado y la otra a plazos que no superará el año.

El grupo de Serra Ferrer, que se encuentra convalenciente de un fuerte proceso gripal, consiguió que en la escritura de compraventa figurara el compromiso, por parte de Claassen, de suscribir el millón de euros correspondiente al pobler en la segunda fase de la ampliación de capital. El flamante nuevo presidente y propietario del club accedió a la petición, que tendrá que asumir en un plazo máximo de quince días.

"Se acabó la guerra, se empieza a trabajar", comentó a este diario una fuente próxima a Claassen. "La situación era insostenible, y hemos hecho caso a la afición, que pedía que nos fuéramos todos o se quedara solo uno", apuntó el abogado Eduardo Valdivia, presente en la firma de la compraventa y azote de Cerdà y el propio Claassen en los consejos de administración.

Los contactos entre ambas partes se han sucedido en los últimos meses. La última vez que se reunieron fue el pasado 1 de diciembre, cita desvelada por este diario y que fue el principal motivo por el que se suspendió el encuentro entre Valdivia y Mazorriaga, abogados de Serra y Claassen, respectivamente. Otro de los motivos de la falta de acuerdo fue la negativa del alemán a hacerse cargo del millón de euros de Serra en la segunda fase de la ampliación, lo que ahora sí ha aceptado. Fue el pasado 31 de diciembre cuando personas próximas a Claassen dieron el paso de reanudar las conversaciones.

La hoja de ruta de Claassen estaba marcada desde hacía tiempo. Pese a que la compra del cinco por ciento de las acciones de Cerdà era una posibilidad muy real - Valdivia dijo públicamente que pensaba que la operación era un hecho-, al nuevo jefazo del Mallorca le interesaba tener el control absoluto de la entidad. Una oposición compuesta por la mitad del accionariado no le interesaba y suponía un obstáculo demasiado incómodo para sacar adelante su proyecto que, por otro lado, sigue siendo una incógnita.

Si finalmente Cerdà no ha vendido a Claassen, el de Pollença aparecerá como el gran perdedor. Habiendo podido vender por 2,8 millones de euros a Aouate, a quien hasta el último momento Serra ha intentado traspasar sus acciones, puede quedarse compuesto y sin novia. Su pírrico 5,04 por ciento no le sirve para nada, ni tan siquiera para contar con un consejero, por lo que su presencia es meramente testimonial. Ahora más que nunca está en manos de la voluntad de Claassen, el nuevo mandamás del Real Mallorca, su gran objetivo desde su llegada al club.