El Mallorca ha dejado claro que la oscura etapa inicial solo fue una increíble pesadilla porque, más allá del resultado, está para competir con cualquiera. Ayer pudo haber ganado el encuentro ante el Tenerife perfectamente, pero debe asumir también que lo pudo haber perdido, por lo que este empate, que quizá resigna a más de uno, debe verse en clave positiva. Porque los bermellones ya suman siete jornadas consecutivas sin perder, con la friolera de cinco triunfos, y dando muestras de que va a más. En el Heliodoro Rodríguez López, bajo un auténtico diluvio universal, era muy complicado lucirse, ni siquiera Marco Asensio lo consiguió, pero demostró que sabe sacar el oficio cuando es necesario. Y un detalle no menos importante en la tan cacareada labor defensiva. Dejó la portería a cero, un aspecto para celebrar y que inyecta más credibilidad a un grupo que llegó a padecer cierta ´psicosis´ por la debilidad mostrada en el inicio. La pena es que Kasim, que vio la amarilla, será baja en el choque ante el Sporting.

?Arrancó un punto a domicilio que le permite seguir mirando los puestos de la parte alta de la tabla con cierta ilusión. Es verdad que ahora el calendario se va a empinar de verdad, con el enfrentamiento en las próximas cuatro jornadas frente a los asturianos, Betis, Numancia y Ponferradina, pero quizá esta exigencia llega en su momento de máxima confianza. Será una buena piedra de toque para ver en qué lugar está este equipo, que ya demostró que es capaz de hacer lo peor, pero al que hay que felicitarle por su sensacional capacidad de recuperación justo cuando las cosas pintaban peor.

?La experiencia dicta que es mejor dejar los objetivos para el tramo final de temporada, pero el Mallorca da síntomas de que puede ir a más. Es cierto que si Cabrero no hubiera sacado una prodigiosa mano a un cabezazo de Suso Santana a apenas un metro quizá hubiera regresado de vacío a la isla, pero también es verdad que el meta de los canarios, Carlos Abad, que no es ni profesional, realizó soberbias paradas en el que era su segundo partido en la Liga Adelante. Fue uno de esos partidos en los que quedaba claro que se lo llevaría que el no se equivocara. Y nadie lo hizo de una forma tan grave para que se reflejara en el marcador electrónico.

?No fue un choque atractivo para el espectador, más bien lo contrario, aunque en los minutos finales pudo haber pasado absolutamente de todo. La afición local se tiraba de los pelos cuando vio que Maxi, solo ante Cabrero, remató el balón con la rodilla cuando lo tenía todo para marcar. Pero también respiró justo después cuando vio que Gai Assulin, tras una buena ajugada personal, disparó desviado por poco en un descuento que todavía reservaba otra emoción fuerte. Sin embargo, Martí evidenció que no es delantero y, en un tiro desde dentro del área, fue incapaz de batir a un cancerbero que despejó con los dedos.

?Y antes que todo eso se habían fallado varias ocasiones de esas que dan rabia cuando se vuelven a ver por televisión. Como el disparo fuera de Scepovic tras un pase de Marco en un contrataque, o cuando Cendrós, tras un centro de Pereira, no pudo poner la bota en condiciones para batir a Carlos. Eso sí, los ´chichaherros´ lamentaron una buena parada de Cabrero, ayudada por el larguero, tras un tiro de Ricardo, u otra de Cristo en la que el oscense estuvo al nivel. Los baleares tuvieron el balón en la primera parte, pero estaban demasiado espesos en el campo del rival.

?En la segunda parte el Mallorca, con un buen Pereira, se dio cuenta que debía elevar la testosterona para resistir al Tenerife. Y lo hizo con acierto. El francés lo intentó en dos ocasiones con peligro, al igual que Martí, con un chut que se encontró la manopla de Carlos. Visto lo visto, este punto puede valer su peso en el futuro. Es pronto para saberlo.