La "gran manifestación del mallorquinismo", tal como la definió la presidenta de la Federació de Penyes, Rosa Planas, calienta motores desde hace días en las redes sociales y ayer a través de una comparecencia pública. Bajo el lema ´Ja està bé, a ca nostra no!´, la concentración contra la directiva del Real Mallorca partirá mañana a las 19:30 desde la Plaza de las Tortugas y se dirigirá hasta el Consolat.

Planas no ha marcado un listón demasiado alto -"si van entre 500 y 600 personas para mí ya será un éxito"- y pide a los accionistas "sentido común", pero no necesariamente que abandonen la institución. "No soy nadie para decir que se vayan. Sólo pido sentido común y que no se peleen como niños pequeños. Puede que el Mallorca sea su negocio, pero es nuestro sentimiento", explicó ayer la presidenta de la Federació. "Quiero que lleguen a un acuerdo y que el Mallorca sea un club digno", remachó.

Planas estuvo acompañada por los dos expresidentes de la Federació, Matías Rebassa y Jaume Capllonch, y por su padre y peñista histórico Toni ´Tatxa´. "El Mallorca es la vergüenza de España y todo el mundo se ríe de nosotros. Recuerdo cuando hace años nos querían en todos los sitios, pero hoy es un porquería de club y tiene un estadio que da asco", destacó un ´Tatxa´ muy enfadado. Él sí demandó que los accionistas -Serra Ferrer, Biel Cerdà, Pedro Terrasa y Utz Claassen- se marchen del club.

"El club funciona porque hay gente que lo queremos y mantenemos el espíritu mallorquinista. Lo demás es una vergüenza, esto es un barco sin capitán. Que se vayan todos de una vez", exigió. "No les necesitamos, el Mallorca es una auténtica porquería", exclamó.

Aconsejado por Rebassa, ´Tatxa´, que elevaba los decibelios cada vez que tomaba la palabra, matizó. "El Mallorca no es una porquería, pero sí la gestión. Ya no disfruto de ir al campo a ver un partido. ¿Por qué no se van de una vez"?, se preguntó.

La manifestación de mañana servirá para medir el grado de descontento del mallorquinismo con una directiva que lleva años protagonizando guerras internas y llevando al club a una situación de completo desgobierno.

A la protesta se unirán políticos como Catalina Cirer y Biel Barceló e históricos peñistas del Mallorca. No lo harán los futbolistas de la actual plantilla. Planas espera ser recibida por algún miembro del Govern balear cuando la manifestación llegue al Consolat.

Solo a partir del 24 de noviembre, fecha prevista para la ampliación de capital, se pueden producir cambios accionariales de suficiente calado como para que haya un cambio de propiedad.

Claassen, que ya anunció que acudirá a la inyección de capital, asumirá el control del club si Serra rechaza participar o no cubre la totalidad del millón de euros que le toca.