Huye de los tópicos tan presentes en el fútbol y no se muestra preocupado por la posibilidad de perder el puesto si Aouate no compra el club. El entrenador ruso asegura que sabe dónde se ha metido y advierte a sus jugadores que va a tener mano dura. Quiere “uno o dos delanteros más” para tener una “plantilla equilibrada”.

—¿Sabe dónde se ha metido?

—Mentiría si dijera que no sé nada. En el siglo XXI ya existe internet y te puedes enterar de todo. Cuando supe que podía venir me informé con lo que ponían los periódicos. Sabía de la situación del equipo, incluso que estuvo a punto de bajar a Segunda B y con problemas económicos e institucionales, por lo que algo sabía. Después hablando con Aouate y sabiendo el proyecto que va a intentar hacer ya sabía más.

—¿Le ha dado tiempo a la plantilla a asimilar sus conceptos en menos de una semana?

—No todo, lógicamente. Hay algunas cosas para la que necesitas más tiempo. Esta semana pensaba que no habría Liga y eso hubiera sido mejor porque el equipo hubiera entendido todavía más cosas de lo que queremos nosotros, pero tampoco me quiero lamentar.

—¿El equipo está preparado para competir en Valladolid este sábado?

—Sí lo está. A nivel físico, de ganas y de compromiso está a tope, faltarán cosas, como siempre, pero eso también pasaría si estuviera aquí un año entero.

—¿Qué impresión le ha causado una plantilla tan joven y con tantos cambios como la que usted dirige?

—Lo que más me ha gustado es el compromiso y la unión que hay entre ellos. Los que estuvieron aquí saben lo mal que lo pasaron y nadie quiere pasar por lo mismo otra vez. Lo que he notado es que hay mucha unión y eso es lo más importante.

—¿Hay calidad para intentar algo más que la permanencia?

—Lo que no quiero es hablar bonito. Lo que aseguro a todo el mundo es que vamos a luchar cada partido. Hay calidad suficiente para estar arriba, ya no digo para subir este año, pero hay calidad. Sí que es cierto que falta alguna cosa como todo el mundo dice. Un delantero o dos más no estaría mal. En todo lo demás hay calidad. Arana y Saborit están lesionados y Markovic, Coeff y Assulin acaban de llegar y tienen que adaptarse y conocerse con los compañeros. Assulin prácticamente no ha hecho pretemporada. Aparte de entrar en el grupo van a necesitar dos semanas más para coger el tono físico. Pero hay calidad para estar arriba.

—¿Marko Scepovic es el delantero que quiere?

—No voy a entrar a hablar sobre jugadores que pueden venir. Hay una lista que baraja el club, no es asunto mío. Para saber quién podrá traer hay que preguntarle a Aouate.

—¿Usted es Estonio o ruso?

—Puede decir exsoviético. He nacido en Estonia, pero me considera más ruso.

—¿Cuándo se pusieron en contacto con usted por primera vez?

—Hará unos diez o doce días. Tenía que venir de vacaciones con mi mujer y amigos y de hecho llegué aquí el día 8. Y recibí la primera llamada de Dudu.

—Pero si en junio ya se hablaba de usted.

—No hubo nada en serio, no puedo decir que hubo contacto.

—¿De qué conoce a Aouate?

—Nos habíamos enfrentado como jugadores. Y cuando estuve en Mallorca el día que jugaba contra el Las Palmas coincidimos en el hotel y hablamos un rato.

—¿Le marcó algún gol?

—La verdad es que no me acuerdo.

—Después del fiasco de la pasada temporada, ¿es bueno que el Mallorca ya no esté entre los grandes favoritos para el ascenso a Primera?

—Creo que sí por doble motivo. Por los jugadores que han venido, ya que hay muchos nuevos. Además, el presupuesto no es el mismo que el del año pasado. Y porque es normal que los que bajan tengan que ser favoritos, eso hará que los jugadores tengan menos presión. Pero eso no quita que la presión se la vaya a meter yo.

—Usted ha jugado en Primera toda su vida y ha entrenado al Spartak de Moscú. ¿Conoce algo de la Segunda División?

—Con el paso del tiempo tendré más información, como es lógico. Pero me imagino lo que es la Segunda. Por ejemplo, me acuerdo en mi etapa como futbolista lo que era jugar contra el Rayo, por decir uno cualquiera, que acababa de subir a Primera. Lo más importante es que lo sepan los jugadores y ahora sí lo saben.

—Empiezan la Liga contra el Valladolid, Las Palmas o Recreativo en las primeras jornadas. ¿Le preocupa?

—Eso no es lo más importante porque esta Liga es de cuarenta y dos partidos y es muy larga. Puedes estar en las primeras cinco jornadas el último y te da tiempo de sobra a llegar a ser el primero. Tarde o temprano habrá que jugar contra ellos, me da igual el calendario. Como vayamos pensando que este es fuerte y este otro equipo no, estamos muertos.

—El Córdoba estaba muy cerca del descenso a diez jornadas del final y subió a Primera.

—Por eso digo que no hay que valorar ni siquiera las diez primeras jornadas. En Primera hay menos igualdad, pero esta Segunda es muy igualada, del último al primero.

—¿Teme que le pueda pasar lo mismo que a Miquel Soler si no se cierra la compra de Aouate del Mallorca?

—No temo, lo que temo es no ganar partidos. Todo lo demás no me interesa. Si pasa pues pasará, qué le vamos a hacer. Pero no voy a pensar en esto porque no me ayuda en nada y no me voy a poner a llorar. Ahora tengo que trabajar y Dios dirá.

—¿Se toma el Mallorca como un trampolín en su carrera como entrenador?

—Puede ser un trampolín, pero vengo porque me gusta el proyecto, además de la isla y la ciudad, que eso le gusta a todo el mundo. Es un proyecto a medio plazo porque tengo dos años de contrato y lo que queremos es que el Mallorca esté donde tiene que estar pero con humildad y tranquilidad, pero eso no depende solo de nosotros.

—Si le llegan los dos delanteros, ¿tiene una plantilla equilibrada?

—Sí. Casi tengo dos jugadores por puesto de la misma calidad, cada uno con sus características porque en un partido me puede interesar poner a un tipo de central que otro, por ejemplo. Y si llega un delantero será bastante equilibrado.

—¿Con estos jugadores pueden hacer el fútbol que usted desea?

—Eso es muy bonito de responder porque los entrenadores hablan mucho de que quieren que jueguen de una manera u otra. Miren, en un equipo lo más importante es lo que puedan dar los jugadores. Posiblemente diría que quiero jugar como el Barcelona, pero si no tengo jugadores para ello tendré que jugar otro fútbol que nos dé resultado. Quizá el día de mañana un entrenador llevará jugadores para el juego que quiera hacer, pero no es el caso. Solo hay diez o quince equipos en el mundo que pueden hacer eso. Nosotros somos los que tenemos que adaptarnos a los futbolistas.

—¿Qué opina de Marco Asensio? Es uno de los que se pueden ir.

—Espero que no le vendan por el bien de todos. Por el suyo, porque es de aquí y creo que está a gusto aquí, tiene que crecer más. Como es de aquí todos le queremos y le podemos perdonar algunas cosas, pero en otro equipo no se lo perdonarán y por eso digo que sería bueno que se quedara para hacerse más hombre. Incluso el club podrá sacar más dinero por él en el futuro.

—Pero, ¿le gusta?

—No quiero elogios, pero tiene condiciones muy buenas. Tiene que trabajar mucho pero lo tiene todo para triunfar.

—¿Cuenta con Pereira?

—Sí, claro. La Liga es muy larga y Pereira puede jugar en tres posiciones, tanto en la derecha, como izquierda e incluso de segundo delantero. Es muy aprovechable siempre y cuando él quiera dar todo por este equipo y siempre y cuando esté bien de la cabeza y quiera hacerlo. Si no quiere hay otros jugadores.

—Pero, ¿le parece que quiere?

—Lo que tengo que valorar son los entrenamientos y los partidos, no las palabras. El partido que jugamos estuvo correcto, bien y peleón, y en los entrenamientos no puedo decir otra cosa. Claro que cuento con él.

—¿Qué puede aportar Martí al equipo?

—Muchas cosas. Todo el mundo habla de la experiencia en el vestuario y eso nadie lo duda, pero a parte de eso puedo decir que puede aportar su fútbol. Tiene 39 años pero no tiene nada que envidiar a los chavales. Es el primero en entrenarse y en correr. No le juzgaré porque tenga 40 años. Si tiene 42 y está bien jugará.

—¿Brandon y Company son del primer equipo o del filial?

—Ahora mismo son del primer equipo. Se tienen que recuperar Arana y Saborit y ya veremos, pero lo que tienen que hacer ellos es trabajar. No entiendo eso de que soy del primer equipo o segundo. Eso qué más da.

—Usted era un futbolista de los que lo daba todo, agresivo, entre comillas...

—Quite las comillas, era agresivo.

—De acuerdo. ¿Salir a comerse la pelota será la seña de identidad de su equipo?

—Eso espero y así entiendo el fútbol. Esto no es eso de defender los colores y tener amor por los colores o después de un gol besarse el escudo. Eso es trabajar y cuidarse todos los días, salir al campo a morder y a morir. Eso sí es ser profesional. Así espero que los jugadores sientan los colores del Mallorca, en el campo, no hablando.

—¿Su equipo será de los que quieren tener la pelota en casa y esperar fuera?

—Depende del rival y de las condiciones del campo. Porque tener el balón en un campo pequeño no es lo mismo que en un grande. Por ejemplo, quizá no me interesa tenerlo en un campo pequeño porque lo puedo perder y me pueden crear contraataques. ¿Cómo quiero jugar? Igual no nos interesa tener el balón siempre, eso es lo que hay que trabajar. Saber manejar los tiempos del partido.

—El Mallorca lleva dos temporadas seguidas siendo un coladero en defensa. ¿Cómo se soluciona?

—Pues entrenando mucho y teniendo compromiso de los once jugadores, desde el delantero hasta el portero. En todos los partidos que le he visto donde menos problemas ha tenido es en la defensa. Y eso es el compromiso de todos.

—El estado del césped es lamentable. ¿Tiene solución?

—Es una preocupación grande. Me imagino que en Son Moix será más fácil solucionarlo porque no se usa mucho y espero que se arregle. La ciudad deportiva está muy bien diseñada, pero está abandonada. No sé si suena muy duro o no, pero está descuidada totalmente. El aspecto visual no es bueno y eso me duele. Entiendo que no hay dinero, pero no creo que sea solo un problema de dinero, sino de poner orden. Si hace falta voy a arreglar yo los campos, no pasa nada. El club necesita a alguien que cuide de todo esto. Uno puede tener una casa antigua pero bien cuidada y eso no pasa en Son Bibiloni. Lo que tenemos hay que cuidarlo y eso depende de nosotros y del jefe de las instalaciones. Por ejemplo, el sábado llovía mucho y hay jugadores que no se lesionaron gracias a Dios. Lo que no puede ser es que el Mallorca se gaste un dinero en jugadores y por culpa de un campo estén un mes parados. Es una incongruencia.

—El mallorquinismo le llegó a dedicar pancartas en contra en su etapa de futbolista. ¿cómo le han recibido ahora?

—Todavía no lo sé, pero lo poco que he visto es que me ha recibido con mucho cariño, aunque es cierto que la gente que no te quiere no se te acerca. Por ejemplo con Olaizola nos matábamos y su hermano es íntimo mío. Esto queda ahí. Me siento muy a gusto en la isla.