El Real Mallorca 2014-15, que todavía se desconoce cuándo arrancará se verá obligado a realizar auténticas filigranas para confeccionar un equipo competitivo, no ya para luchar por el ascenso a Primera, sino por mantener la categoría. Va a ser producto de la drástica reducción del presupuesto, que pasará de los 22 millones de la pasada temporada a los aproximadamente diez de la que comenzará el próximo 24 de agosto. Una auténtica economía de guerra con la que tendrá que lidiar el nuevo director deportivo Miquel Angel Nadal.

De estos diez millones presupuestados, menos de la mitad -en torno a los cuatro millones de euros- se dedicará a la parcela deportiva. Y de esta cantidad, algo más de dos a la primera plantilla, una cantidad irrisoria y que invita a pensar que el objetivo para la próxima temporada va a ser obligatoriamente modesto.

Con estas cantidades, el club está abocado a desprenderse de algunos de sus mejores jugadores para hacer caja. Alfaro, Nsue y Marco son los nombres que más suenan para conseguir unos beneficios imprescindibles para moverse de forma algo más desahogada en el mercado de fichajes. En caso contrario, otra posibilidad es ir a una ampliación de capital, aunque esta opción de momento no se contempla en el seno del Consejo de la entidad mallorquinista.

Hasta ahora, Marco Asensio ha sido el único jugador de la plantilla por el que se han interesado. Concretamente el West Ham de la Premier, como informó este diario la semana pasada. El presidente Biel Cerdà se reunió con un representante del club inglés en el hotel Mar i Cel, pero de momento se desconoce si las negociaciones han avanzado o han quedado estancadas. Lo que sí se sabe, porque así lo trasladó al Consejo, es que Nadal quiere contar con Marco para la próxima temporada al considerarle un futbolista clave en su proyecto. En cualquier caso, el dinero, como siempre, será el que dicte sentencia en torno al futuro de la perla de la cantera del Mallorca.

También el dinero será el motivo por el que el club tendrá que volver a desprenderse de Javi Márquez, que esta pasada temporada ha jugado cedido en el Granada. Su elevada ficha, ligeramente por encima del millón de euros, es inasumible para el club, que volverá a ceder al centrocampista a un club de Primera.

De momento todo está en el aire por la convulsa situación que se vive en la planta noble de Son Moix. A día de hoy el director deportivo sigue trabajando para confeccionar una plantilla disminuída en calidad y número, pero se desconoce quién será el inquilino del banquillo. El retraso en la presentación de Nadal como director deportivo, a propuesta suya, ha encendido todas las alarmas. El motivo que se dio fue que el mejor futbolista mallorquín de la historia quería conocer de primera mano la situación de la plantilla. Hasta que no se empape prefiere mantenerse callado, una decisión tan respetable como lógica. Pero lo cierto es que, a punto de finalizar el mes de junio, el club continúa sin entrenador, y no se descarta que finalmente sea el propio Nadal el que se siente en el banquillo pese a su nula experiencia. Sería una opción que vería con muy buenos ojos Utz Claassen, que está como un niño con zapatos nuevos con el aterrizaje del exfutbolista internacional. No es raro que cuando se confirmó su llegada como director deportivo el alemán admitiera que era "el mejor día" desde que llegó al Mallorca.

Nadal es el primero que sabe que con este presupuesto será muy complicado luchar por el ascenso. Quiere saber qué objetivo se marca el club para la próxima temporada, pero parece claro que si no se dedican más recursos a reforzar la plantilla será muy difícil marcarse objetivos ambiciosos.

A partir de próximo martes puede salirse de dudas. Ese día, 1 de julio, es al que continuamente ha remitido Dudu Aouate para dar o no un paso adelante para hacerse con la mayoría accionarial del Mallorca. De momento no ha hablado, pero el pacto al que parecen haber llegado Claassen y Cerdà le puede haber cerrado todas las puertas.