­Entrenador ratificado, pero solo una semana. José Luis Oltra recibió ayer un tímido apoyo del club solo 24 horas después de que Serra Ferrer y Utz Claassen se reunieran para acordar su destitución. La ausencia de acuerdo en la contratación de un sustituto impidió el despido del valenciano, que ayer recibió oxígeno para una jornada más. En Miranda dirigirá su último partido con el Real Mallorca si su equipo no se trae los tres puntos a la isla.

Oltra ha vivido en el alambre gran parte de la temporada

Oltra ha vivido en el alambre gran parte de la temporada, pero la derrota contra el Sporting de Gijón hace tres jornadas le empujaron a un despido que parecía inevitable. El empate en Alcorcón una semana después empeoró la situación del técnico, pero la indecisión de Serra Ferrer le dio algo de tiempo. El ya exdirector deportivo estaba convencido de que Claassen vetaría el despido y esperó una jornada más.

Parecía que la derrota ante el Hércules en Son Moix iba a suponer la sentencia definitiva del valenciano. Serra Ferrer y Claassen coincidían en que era necesario un revulsivo, pero se vetaron los candidatos presentados por uno y otro. A Lluís Carreras y Miquel Àngel Nadal se les cerraba la puerta de Son Bibiloni, mientras que Oltra permanecía en una especie de limbo.

El apoderado Miguel Blum se limitó ayer a decir que el valenciano será el entrenador del Mallorca en Miranda, pero evitó decir en todo momento qué sucederá si sus futbolistas no ganan. En público no habrá pronunciamientos sobre el futuro del valenciano, pero lo cierto es que Serra Ferrer y Claassen acordaron ayer destituirle en caso de empate o derrota en la localidad burgalesa.

Oltra cuenta con el apoyo del vestuario, habida cuenta de los múltiples apoyos que ha encontrado entre los futbolistas en las últimas tres semanas. Todo han sido elogios desde la sala de prensa de Son Bibiloni, aunque en estos casos lo extraño sería encontrar una opinión discordante.

Oltra charló ayer con sus futbolistas sobre el césped de Son Bibiloni antes de empezar la sesión de entrenamiento. Nunes tomó después la palabra y su discurso fue recibido con aplausos de sus compañeros.

La primera vez que Serra Ferrer se pronunció públicamente sobre el despido de su técnico fue el sábado, después de la derrota ante el Hércules, cuando dijo que tenía “tomada una decisión”. Es decir, la destitución, pero la falta de entendimiento entre el pobler y Claassen han acabado regalando una jornada más al valenciano.

La afición ha sido más indulgente con el preparador bermellón. El estallido que siguió a la derrota contra el Hércules se dirigió especialmente contra la directiva y los futbolistas. También hubo gritos contra el valenciano, pero hubo menos decibelios.

Una derrota en Miranda precipitaría el relevo en el banquillo, pero sobre todo dejaría en estado crítico a un Mallorca que se acercaría mucho al descenso.