El Real Mallorca escenificó ayer en un Consejo que se prolongó por espacio de cuatro horas un nuevo cambio de rumbo en la entidad en dos direcciones. Por un lado, el nombramiento de dos nuevos apoderados que sustituyen al dimitido Llorenç Serra Ferrer y a Biel Cerdà. Son el contable y hombre de confianza del pobler, Tolo Martorell, y el jefe de prensa de Utz Claassen, Miguel Blum, que al mismo tiempo será el nuevo director general del club. Por otro, la pérdida de poder del todavía presidente Cerdà, que ayer vio cómo su papel en el club será a partir de ahora simbólico, sin ningún poder de decisión.

Un cambio de rumbo que se perfiló en el maratoniano Consejo del pasado jueves, con el golpe de mano de Serra Ferrer al presentar su dimisión como apoderado y despojar de esta manera al que fuera su amigo de cualquier capacidad operativa.

La situación de Cerdà ante este nuevo panorama queda muy debilitada. Sigue, de momento, como presidente del Consejo gracias al pacto de sindicación que en su día firmó con Serra Ferrer y que impide a éste votar en contra de Cerdà. Pero todo puede cambiar si los abogados del vicepresidente encuentan algún vacío legal en la redacción del contrato. Y creen que pueden hallarlo porque voces autorizadas consideran que está prohibido por ley obligar a un consejero votar en contra de su conciencia. Si es así, los días de Cerdà como presidente también están contados.

Más improbable es su salida del club, al que Cerdà parece que se aferrará hasta las últimas consecuencias. Ello pese a que su raquítico cinco por ciento no le da derecho tan siquiera a contar con un consejero. Su papel dominante dentro del club ha pasado a mejor vida y, a partir de ahora, se está "ante el inicio de una gestión regular y transparente", según una persona vinculada a los nuevos rectores de la entidad.

Tanto Martorell como Blum entraron en la reunión del Consejo para aceptar el cargo ­de apoderado el primero y de apoderado y director general el segundo, que fue aceptado con el respaldo de una amplia mayoría. Asimismo, se procedió al nombramiento del notario José Carbonell como secretario del Consejo en sustitución de Julián Carnicero, que en su último servicio al club fue el encargado de redactar el acta de la reunión, que no pasará como una más en la historia del club.

EL DATO

Cerdà no secundó a Serra en la entrega de la tarjeta de crédito

Al inicio del Consejo de ayer, Serra Ferrer entregó la tarjeta de crédito del club que poseía en virtud de su condición de apoderado, figura de la que presentó la dimisión en el Consejo del pasado jueves. Esta decisión no fue secundada por el ya ex apoderado Biel Cerdà. El todavía presidente, que se vio contra las cuerdas con el nombramiento de Martorell y Blum que le dejan sin capacidad operativa, negó casi punto por punto los acuerdos tomados el jueves cuando Carnicero leía el acta, ante el asombro de los presentes. Asimismo, negó filtraciones de contratos de jugadores a la prensa, lo que provocó que Serra Ferrer le tildara de cínico.