Liassine Cadamuro (Toulouse, 1988) llegó ayer a la isla para jugar cedido en el Mallorca hasta final de temporada. El central, prestado por la Real Sociedad y que será presentado hoy, se había quedado sin minutos en el conjunto que dirige Jagoba Arrasate. Llega para cubrir la baja de Pedro Geromel, fichado por el Gremio brasileño, y que dejaba la zaga con solo tres centrales -Nunes, Bigas y Agus-. El internacional, de 25 años, dijo a su llegada a Palma que viene "para ayudar al equipo a subir a Primera. Quiero ganarme una plaza para jugar el Mundial con Argelia", comentó a su llegada.

Precisamente esta posibilidad es uno de los puntos que despertaba reticencias a la hora de incorporarle ya que si finalmente entra en la lista para representar a su país, se perdería presumiblemente los dos últimos encuentros de Liga, ante el Las Palmas y Córdoba, que podrían definir el futuro del Mallorca. E incluso si no se alcanza el objetivo del ascenso directo, lo que es seguro es que no podría participar en el play-off para subir a Primera División. No obstante, el director deportivo Serra Ferrer ha apostado por el zaguero, que puede desempeñar los cuatro puestos de la defensa, aunque su demarcación natural es el de central diestro.

Cadamuro, de padre italiano y madre argelina, llegó a la Real Sociedad en 2008 procedente del Sochaux francés para ingresar en su filial, en el que militó durante tres temporadas. Ahora estaba cumpliendo su tercera campaña en el primer equipo blanquiazul, en el que ha jugado un total de 33 partidos oficiales. En la presente campaña ha disputado ocho encuentros, cuatro de Liga, dos de Copa y otros dos de Champions League, el de ida en Gerland ante el Lyon y el de Donetsk frente al Shakhtar. Cadamuro está preparado para debutar este domingo ante el Sabadell si el técnico José Luis Oltra lo considera oportuno. Destaca por ser un buen marcador, es rápido y tiene buena salida de balón, pero los Mikel González, Íñigo Martínez y Ansotegui estaban por delante en las preferencias de Arrasare en Anoeta.

Los problemas defensivos son uno de los grandes caballos de batalla del Mallorca, que necesita encajar menospara elevar sus opciones de regresar a Primera. Contra el Córdoba quedó claro que hay mucho por mejorar.