Dicen que el fútbol es de los jugadores y Oltra no perdió la ocasión de dejarlo claro en la pequeña sala de prensa del estadio La Victoria de Jaén. No es que el entrenador eluda su responsabilidad, solo faltaría, pero tampoco titubea a la hora de quejarse del rendimiento de sus pupilos. Sin dar nombres, dejó entrever su descontento con Miño, que pudo hacer mucho más en los dos goles encajados, o con Alfaro, que perdió el balón en un error que facilitó el primer tanto del conjunto andaluz. "Con poco te hacen gol, cometemos errores que no son propios de jugadores de este nivel, y que además nos penalizan. A nosotros siempre nos condenan. Pierdes el balón al borde del área incomprensiblemente y el tiro ha sido gol", pronunció amargado tras la derrota ante el modesto conjunto andaluz.

Está claro que los fallos del cancerbero y del delantero -el domingo ocupó el doble pivote- costaron muy caro, aunque a buen seguro que en su discurso también incluye a más jugadores. "Ellos han hecho dos tiros de la nada y te sacan dos goles, pero no puedes decir nada. En la segunda parte hemos salido casi peor, pero a los cuatro minutos hemos marcado. El equipo era muy ofensivo para ganar el partido, pero la precipitación te hace decidir mal", agregó.

Oltra tiene claro que sus discípulos deben elevar su rendimiento particular para que el equipo compita mejor. Es vital para que las opciones de ascenso sean reales porque lo cierto es que el Mallorca no ha estado ni un segundo en puestos de ascenso, ni siquiera de play-off, en las dieciocho jornadas que se llevan de Liga. Los bermellones han mejorado respecto al desastroso inicio del campeonato, pero siguen cometiendo errores con demasiada asiduidad. Y eso es lo que desquicia al técnico, que había apostado por un once claramente ofensivo para salir a morder a los jienenses y que se encontró con un 2-0 en treinta y ocho minutos. Oltra se queja de falta de actitud en muchos momentos, más allá del duelo del domingo, algo que no se puede tolerar en un Mallorca diseñado para el ascenso y que se está mostrando demasiado irregular. Porque, sin ir más lejos, es capaz de mostrar una buena cara -sobre todo en la segunda mitad- ante un enrachado Eibar en Ipurua, pero después es superado por un Jaén que solo había sumado un puntos de los anteriores nueve posibles y que solo piensa en sobrevivir en la categoría.

Contra el Girona el próximo domingo se presenta una buena oportunidad para volver a sonreír y despedir 2013 con tres puntos más. Y los jugadores lo saben de sobra.