El vestuario del Real Mallorca se mostró razonablemente satisfecho por el punto conseguido ante el Numancia después de jugar sesenta minutos en inferioridad numérica. Al margen del resultado, los bermellones destacaron la actitud mostrada por el equipo, que esta vez no se dejó vencer por la tentación de bajar los brazos.

"Hemos estado bien. Sabíamos que iba a ser difícil después de la expulsión. Pero hemos tenido ocasiones y no henos tenido miedo. Hemos ido a por el partido, hemos dado la cara, hemos ganado un punto y con fortuna podríamos haber ganado más. Claro que ellos también han tenido sus ocasiones", subrayó el central bermellón.

En todo caso, el portugués también admitió que el equipo pudo acabar perdiendo el encuentro. "Es importante haber completado el segundo partido sin encajar gol, pero ese es un trabajo de la defensa y de todo el equipo. Ha sido un partido de los que no gustan a los delanteros porque están obligados a correr detrás de la pelota. Hemos tenido ocasiones y podríamos haber ganado o perdido. Es complicado jugar con uno menos sesenta minutos", concluyó.

Por su parte, Álex Vallejo mostró su alegría por haber disfrutado de más juego con el primer equipo, beneficiado ayer por la expulsión de Thomas. "Minutos son minutos y hay que aprovecharlos. Una expulsión desde tan pronto ha hecho que el partido se hiciera eterno, pero hemos respondido bien y hemos tenido ocasiones claras. Yo creo que el empate es un buen resultado", destacó el centrocampista del filial.

Vallejo destacó que "mantener la portería a cero es importante para estar arriba" y subrayó que el punto conseguido ante el conjunto soriano "es importante".

Asimismo, se felicitó por la buena acogida que le han brindado los futbolistas del primer equipo. "Desde el primer momento me he sentido arropado por todos. Son gente normal con la que te acoplas muy fácilmente", dijo Vallejo, al tiempo que reconoció que el salto de Tercera a Segunda A "es grande" porque "hay más intensidad".