El Mallorca y el Numancia ha empatado 0-0 en Son Moix, un resultado que impide a ambos equipos situarse en la liguilla de ascenso a Primera.

El conjunto mallorquín, que buscaba su tercera victoria consecutiva, aguantó el resultado con diez jugadores durante una hora, tras la expulsión por doble amonestación del ghanés Thomas Teye en el minuto 30 de la primera parte.

El Numancia, que acumula su noveno empate de la temporada, tuvo las ocasiones más claras, pero siempre encontraron la respuesta más adecuada por parte del meta Rubén Miño y su defensa.

El cuarto empate del Mallorca en la Liga Adelante le sitúa empatado a 25 puntos con el Eibar, aunque los vascos ocupan la zona de liguilla de ascenso por mejor registro particular.

Los primeros cuarenta cinco minutos estuvieron plagados de ocasiones para los dos equipos, en un partido abierto y jugado a todo ritmo, pero los delanteros no estuvieron ?nos a la hora de concretar en goles esas oportunidades.

Pudieron marcar Bedoya (min. 5), Riverola (min. 9), Nsue, (min. 13), Natalio (min. 24), Gerard Moreno (min. 26) y Regalón (min. 28). Lo impidieron los dos porteros, Rubén Miño y Biel Ribas, que tuvieron destacadas intervenciones.

El hispano-venezolano Julio Álvarez, exmallorquinista, no solo fue el gran arquitecto del juego visitante, sino que además, con su movilidad y regate provocó la expulsión del ghanés Thomas Teye en el minuto 30.

Teye le hizo a Álvarez dos faltas que el colegiado saldó con sendas tarjetas amarillas, y el Mallorca se quedó en inferioridad numérica cuando apenas se había cumplido media hora de juego.

Martí Riverola dejó su puesto a Álex Vallejo en el centro del campo y todo cambió para los baleares, obligados ahora, a replegarse para contener el martilleo ofensivo de un Numancia que planteó en Son Moix un partido sin ningún complejo.

La segunda parte arrancó como la primera, con ocasiones de gol, ambas generadas por el Mallorca. Emilio Nsue (min. 46) y Alejandro Alfaro (min. 48) pudieron marcar, pero ahí estaba Biel Ribas para impedir goles que ya se cantaban en las graderíos.

El equipo balear no solo aguantó bien las embestidas de su rival, sino que tuvo fuerzas para inquietar seriamente la portería de Ribas.

El Numancia abrió el campo y reforzó su ataque para aprovechar que jugaba en superioridad numérica. En varias ocasiones, rozó el gol, sobre todo, con remates de Álvarez, el menorquín Sergi Enrich, que había entrado por Natalio, pero siempre chocaron con una defensa balear muy segura durante todo el partido.

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