En aquella popular serie japonesa de dibujos animados ´De los Apeninos a los Andes´, el joven Marco recorría tres mil leguas en busca de su madre. Pero mucho más cerca otro Marco, de apellido Asensio, trata de encontrar su futuro en el fútbol. He perdido la cuenta de las semanas en que fue convocado por primera vez con el primer equipo, pero me empiezan a parecer demasiadas sin tener la ocasión de jugar apenas unos minutos, sin la posibilidad de hacerlo tampoco con el Mallorca B. No es lo más recomendable para un futbolista de diecisiete años en plena formación.

La presente observación no tiene por objeto reclamar para él un puesto en el equipo titular. Solamente es una llamada de atención para que a nadie le pase por alto su necesidad de partidos, no fuera que, como afirma oportunamente mi compañero Ricard Pla, "no perdi l´ofici fent feina". Si no tiene sitio arriba, tiene que salir abajo, pero la inactividad de competición le podría pasar factura.

¿Por qué no habla usted del partido de hoy? Perdón. A veces hay que aprovechar la idea antes de que a uno se le olvide, aunque ciertamente la de esta tarde es de estas citas en las que el equipo tiene que dar un paso adelante e ilusionar al fin a sus seguidores, bastante desencantados ya con el lamentable espectáculo de la planta innoble. Por un día hablemos de fútbol y aparquemos la camorra.