Los hombres del fútbol, los profesionales, no entienden los horarios que se han establecido para las dos primeras jornadas de Liga. Jugar un sábado a las 23:00 horas resulta insólito, pero sobretodo es una afrenta para los profesionales y para la afición. Ayer, Joaquín Caparrós, no se mordió la lengua tras el entrenamiento matinal, previo al duelo de esta tarde en Wigan, y criticó abiertamente la decisión: "Es una falta de respeto a la afición".

El utreano considera que "quienes tienen que opinar son los aficionados". "Tienen que pegar un golpe encima de la mesa. Un partido a las 23:00 horas me parece que, a lo mejor, los que hacen los horarios van con ellos. Pero el fútbol español merece otro trato en cuanto a los horarios, sobre todo por la afición", explicó. "Podrían haberlo puesto a las doce de la noche, mejor", ironizó el sevillano, consciente de que el Mallorca jugará en Son Moix ante el Espanyol (día 18) y en La Rosaleda frente al Málaga (día 25) en horario de discoteca por imperativo de la Liga de Fútbol Profesional (LFP).

Al respecto, Caparrós señaló que deben acatar órdenes. "Los profesionales nos tenemos que limitar a esos horarios, pero en el fútbol lo que queremos es que disfrute todo el mundo. En estas fechas no hay colegios, pero a esas horas se lo piensan. Para eso están las cabezas pensantes del fútbol, que deberían verlo", sentenció.

Por el momento, a Caparrós le preocupan otros temas. Por ejemplo, el estado anímico de Emilio Nsue. Ayer reapareció tras la pérdida de su madre y según el entrenador, "está bien". "Pero es un palo cuando pierdes a tu madre. Es un chico muy fuerte, sabe que es el sostén de toda la gente que le rodea y le necesitamos aquí también. Con su trabajo y constancia le ayudaremos a llevarlo un poco mejor", comentó.

Otro problema añadido es que aun necesita tres refuerzos, aunque dijo estar "tranquilo". "Faltan dos centrales y un delantero, pero sé que Serra Ferrer está trabajando mucho y bien", indicó el técnico, que insistió en que la zona que más hay que reforzar es el centro de la zaga. "El trabajo de Serra Ferrer no es fácil. Incorporar por incorporar ya podríamos tenerlos aquí pero buscamos un perfil concreto, eso hace que no valgan todos", explicó Caparrós, que reconoció que quiere "una plantilla corta porque chicos como Charlie, Uche, Pablo o Abdón también cuentan". "La queremos de 21 futbolistas y así los chicos del B tienen opciones", concluyó.