­"Rápido y con precisión". Joaquín Caparrós tiene claro que su Mallorca 2012/2013 debe querer tener más la pelota que el anterior y que debe gestionarla con mayor criterio. En los nueves días de entrenamientos que llevan en la concentración de pretemporada en Oosterbeek, el técnico está incidiendo en ese aspecto mucho más que en cualquier otro. "Tenemos que mejorar la posesión del balón", destacó el lunes en DIARIO de MALLORCA.

Sus palabras se convierten en trabajo sobre el césped del Sportpark del Hotel De Bilderberg. Ya ha ordenado decenas de diferentes ejercicios con la única finalidad de querer distribuir el balón, justo cuando los futbolistas están más fatigados, con la intención de que el equipo destile más ambición con la pelota. Precisamente esta cuestión es la que más descontento le ha dejado en los dos partidos amistosos que se han disputado hasta el momento, con la derrota ante el Standard de Lieja (1-0) y el empate frente al Paok de Salónica (0-0).

En ambos duelos les ha faltado personalidad y carácter para que el juego fuera mejor. Quizá por eso ayer, una vez más, volvió a dirigir un entrenamiento con ese propósito. Dos equipos, una línea del centro del campo bien marcada y muchos pases. Ya fueran en lateral o en vertical. No quiere dejar escapar ningún detalle.

Corregir errores

Y si se tiene que parar la sesión para explicar una situación de juego, pues se para. Como sucedió con Ximo, por ejemplo. Ahora es el momento de hacerlo, aunque el técnico dejara entrever por sus expresiones –durante la sesión– que estaba muy satisfecho con lo que sucedía sobre el césped.

El preparador no se ha olvidado de los problemas que evidenció su equipo en la pasada campaña para conseguir manejar el balón ante la presión de los adversarios. Sobre todo en los encuentros lejos del Iberostar Estadio sufría demasiado sin el balón, una circunstancia que llegó a despertar cierta polémica entre la afición y el entorno. El debate se centraba en si el Mallorca quería o no quería el balón o si lo que pretendía siempre era esperar atrás para sorprender al contraataque. Caparrós siempre respondía que sí, aunque después costara más verlo en el tramo central del curso. Sin olvidar las innegociables tareas defensivas que siempre han dado el sello personal a los equipos del ex del Athletic, Dépor y Sevilla, este Mallorca debe dar un paso más en la elaboración. Eso es lo que quiere el preparador.?

La responsabilidad es de todos, faltaría más, pero Caparrós está conversando mucho con los encargados de llevar el timón. Javi Márquez, Pina, Martí y Joao Víctor.

Los cuatro pivotes de la plantilla son los que distribuirán el juego de los bermellones, por lo que son de los que más instrucciones reciben. El ex jugador del Espanyol tiene más libertad para conectar con los delanteros, mientras que Pina, por el momento, es el que le guarda las espaldas. Al igual sucede con el mallorquín Martí cuando juega junto al brasileño, quien le apoya desde atrás.

Caparrós quiere que conduzcan el balón, pero que no abusen, que lo muevan con velocidad, pero sin precipitaciones. Es el abecedario que está enseñando a sus pupilos, el perfil que debe tener el equipo en este curso.

Los defensas, los extremos y los delanteros, por supuesto, son otra parte implicada. El entrenador quiere desmarques, que se creen espacios y que se aprovechen los huecos. Todo para que el Mallorca se convierta en un equipo mucho más temible. Está en ello.