Javier Arizmendi está cada vez más cerca del Mallorca. El vicepresidente y director deportivo Llorenç Serra Ferrer estuvo en contacto telefónico durante toda la tarde de ayer con el representante del jugador, Jesús García Quilón, negociando las condiciones de la posible llegada del todavía jugador del Getafe.

La elevada ficha del jugador –cobra cerca de dos millones de euros por temporada en el club madrileño– es el principal problema para que se consume su fichaje por el Mallorca. Serra Ferrer se ha puesto manos a la obra para intentar su contratación ya que es un jugador expresamente solicitado por el técnico Joaquín Caparrós, que piensa en el jugador de 29 años como el sustituto de Gonzalo Castro. Es decir, pese a tratarse de un punta nato, quiere ubicarlo como interior. El director deportivo, que no siente tanta pasión por el jugador como su entrenador, dijo desde el primer momento al técnico de Utrera que solo ficharía a Arizmendi si rebaja de forma considerable sus pretensiones económicas. Le advirtió que de ninguna manera podía pagar casi dos millones, y más por un jugador del que el Getafe quiere desprenderse pese a tener contrato hasta 2014. Luis García Plaza, entrenador del conjunto madrileño, no ha contado con el espigado delantero –mide 1,89– desde su regreso de su amarga experiencia con el Neuchatel, junto a Caparrós.

El Mallorca juega con el hecho de que Arizmendi se expone a otro año en el ostracismo si se queda en el Getafe. Y que Caparrós haya pedido expresamente su fichaje es un factor que puede decantar la balanza para que recale en la isla. A cambio de rebajar su ficha, el Mallorca puede ofrecerle un contrato de dos o tres temporadas.

Arizmendi comenzó su trayectoria profesional en el Atlético de Madrid, y ha jugado en el Racing, Deportivo –donde coincidió con Caparrós–, Valencia, Zaragoza, Getafe y Neuchatel. Si se consuma su fichaje sería el tercero tras la llegada del defensa Antonio López y el centrocampista Javi Márquez.