Al Real Mallorca se le acumulan los problemas. El último, tener que pronunciarse sobre la decisión de los administradores concursales –Sebastià Frau, José Miguel Cregenzan y Pedro Mir– de otorgar, en un informe de calificación remitido el pasado martes al Jugzado Mercantil número 2 de Palma, toda la responsabilidad de la entrada del club en concurso a los ex mandatarios Vicenç Grande y Javier Marti Asensio.

Los administradores solicitan que se condene al empresario mallorquín a seis años de inhabilitación y a pagar al Mallorca una indemnización por daños y perjuicios por valor de siete millones y medio de euros, y al madrileño diez años de inhabilitación y a que devuelva los 600.000 euros que extrajo del club para pagar al anterior dueño Mateu Alemany, un caso que está pendiente de juicio.

La juez Encarnación González dará traslado a las partes afectadas –Mallorca, ministerio fiscal, Martí Asensio y Grande– para que se pronuncien en un juicio separado que se celebrará presumiblemente después del verano.

Tres opciones

Al Mallorca se le presentan tres posibilidades en este espinoso asunto, y cualquiera de ellas, que deberán ser estudiadas en un consejo de administración, traerá cola. La primera es sostener que Grande y Martí Asensio no son culpables, una opción que crearía un grave problema al club con los acreedores; la segunda, adherirse a la resolución de los administradores concursales, lo que le provocaría un problema con los dos afectados; y la tercera, solicitar que se añadan más responsables a la lista. Esta posibilidad abriría, presumiblemente, la acusación a Alemany, a quien el informe de los administradores exonera de cualquier responsabilidad –junto a Pedro Terrasa, Miquel Vaquer y Joaquín García–, pero le acusan de "infringir la obligación legal de solicitar para el Mallorca la declaración del concurso" entre enero y agosto de 2009, periodo en que recuperó el control de la entidad. Terrasa, actual consejero y enemistado con la práctica totalidad del Consejo, menos con Utz Claassen, también podría estar incluido en una hipotética lista de nombres porque tuvo poder de decisión durante la época de Grande.

El argumento de los administradores va en contra de los intereses de Alemany, el mismo empleado en su día por los abogados del técnico Gregorio Manzano, que reclaman al ex mandatario responsabilidad patrimonial argumentando que se dejó de pagar la última anualidad a los futbolistas y al entrenador por no haber querido llevar al Mallorca a concurso.

Grande, que desde que se vio obligado a abandonar el Mallorca en 2008 no ha vuelto a aparecer en público, aconsejado por sus abogados, tiene claro que no pagará, según su entorno más próximo. Y se da por hecho que sus abogados no se quedarán de brazos cruzados ante lo que consideran una injusticia. De hecho, en el primer informe redactado por la administración concursal, en octubre de 2010, no se señala en ningún momento a Grande como responsable de la entrada del club en concurso.