Si no se produce un giro inesperado de última hora, Gonzalo Castro jugó el pasado día 13 en el Santiago Bernabéu su último partido como jugador del Real Mallorca. Las negociaciones que ha mantenido el club con el representante del jugador, Daniel Delgado, ´segundo´ de Paco Casal, no han convencido al jugador, que está abierto a ofertas.

La más seria, y la que parece que llegará a buen puerto, es la de la Real Sociedad. En San Sebastián daban ayer prácticamente por hecho el fichaje del todavía jugador del Mallorca, un futbolista que gusta al entrenador del conjunto donostiarra, el francés Philippe Montanier, que acaba de renovar una temporada más por la entidad guipuzcoana. Tan cerca se ve la llegada de Castro a San Sebastián que incluso se especulaba ayer con que la Real Sociedad hiciera oficial el fichaje.

Castro, que el próximo mes de septiembre cumple 28 años, hizo saber al director deportivo y vicepresidente Llorenç Serra Ferrer su intención de seguir en el Mallorca siempre que se alcanzara un acuerdo económico. Pero las posturas están muy alejadas. El representante exige una prima de fichaje que supera el millón de euros, cantidad que se niega a abonar el club, además de un contrato largo. En la Real le aseguran más de un millón de euros por temporada, cantidad que cobran jugadores como Xabi Prieto o Joseba Llorente, y esta oferta puede decantar el futuro del jugador a la capital donostiarra.

Castro, que ha pasado unos días junto a su compatriota Ifrán, de la Real Sociedad, en la localidad uruguaya de Cerro Chato, ya se ve como ex jugador del Mallorca. Las sensaciones cuando finalizó su encuentro con el club fueron negativas por ambas partes. Y es que el Serra no está dispuesto a tirar la casa por la ventana por un jugador que, pese a su indudable calidad, la ha demostrado a cuentagotas en las cinco temporadas que ha militado en el club rojillo.