­El Mallorca 2012/13 será muy diferente del de la temporada que acaba de finalizar. Al prescindir, por decisión técnica, de varios jugadores, otros que tienen que regresar a sus lugares de origen y un tercer grupo que pueden dejar el club al recibir ofertas, lo cierto es que aproximadamente diez jugadores abandonarán la disciplina mallorquinista en las próximas semanas. Estas salidas obligarán a obligados refuerzos, que presumiblemente tardarán en llegar ya que el Mallorca se ve obligado cada verano a esperar a las rebajas, a fichar a jugadores que otros clubes no quieren.

Caparrós no se demoró a la hora de tomar una decisión sobre los jugadores que finalizaban contrato. Cendrós, Crespí y Cáceres, tres defensas, han sido las primeras bajas del curso. Seguirán más. Muy probablemente Chico y Tissone, sobre todo este último, por quien ni tan siquiera se intentará retenerlo ya que si el club quiere hacerse con el jugador en propiedad debe abonar cuatro millones de euros. Por Chico sí se intenta que se quede. El jugador, sin duda el futbolista que más y mejor ha rendido, está por la labor, pero todo depende de la voluntad del Génova italiano, ahora mismo un caos a nivel institucional, con el presidente quieriéndose marchar y sin entrenador. Habrá que esperar.

Otras dos bajas que están cantadas con la continuidad de Caparrós son las de Zuiverloon y Ogunjimi, dos jugadores que no han contado para el técnico andaluz. El belga, que costó 2,7 millones de euros, tiene ofertas de su país, Holanda e Inglaterra, según dijo Serra Ferrer el pasado viernes, por lo que no debe haber problemas para traspasarlo o cederlo.

Castro es otro jugador que podría hacer las maletas. Acaba contrato, pero ha manifestado al club su deseo de quedarse, pese a la oferta de la Real Sociedad. Falta llegar a un acuerdo económico, por ahora difícl. Kevin será cedido y se busca una salida para Joao Víctor, que con Caparrós ha tenido una presencia testimonial. El lavado de cara está en marcha.