­Utz Claassen ha puesto sus cartas sobre la mesa y dice que va muy en serio. El consejero del Mallorca anunció ayer que varios inversores se han puesto en contacto con él para interesarse por la compra del club este mismo verano y, además, no contento con ello, ya adelantó que si en agosto el club sigue en manos de los mismos propietarios presentará personalmente una oferta para hacerse con el 53 por ciento de las acciones que controla el grupo liderado por Llorenç Serra Ferrer. "He hablado con personas, que no puedo desvelar sus nombres, que tienen interés en invertir en el Mallorca", afirmó ayer en una multitudinaria rueda de prensa celebrada en el Hotel Valparaiso de Palma durante la presentación de su proyecto ´Força Vermella 2020´.

El germano, que posee un veinte por ciento de las acciones, recordó que el presidente Jaume Cladera había dicho que estaban dispuestos a traspasar su parte. "Pues hay solución, ellos quieren vender y yo puedo ayudarles para que la fase de transición sea la más breve posible", dijo convencido, aunque sin aclarar si llamaría a Serra Ferrer para trasladarle esta posibilidad. "No voy a presionar a nadie para vender. Puedo ayudar a desbloquear la situación si los que han manifestado su intención de vender lo quieren hacer. Puedo traer gente con músculo financiero más que suficiente aunque eso no sea tan importante como una gestión profesional", agregó.

Eso sí, reiteró que presentaría "una oferta en agosto" al pobler si no se han producido novedades en este sentido, "solo o con más gente". "Yo no voy a vender mis acciones, eso seguro, porque voy a estar diez años aquí", subrayó, advirtiendo que una negativa de Serra Ferrer y los suyos no le haría bajar los brazos. Claassen, que no quiso hablar de cifras, aseguró que inyectar veinticinco millones de euros en el club, tal y como considera necesario el propio Cladera para que vendan sus títulos, no es el remedio. "Desde la temporada 2002-2003 el Mallorca ha generado 80 millones de euros en traspasos, que han sido 160 millones en total durante una década, de los cuales no ha quedado nada en el Mallorca. Estos veinticinco millones son una mierdecilla", pronunció sin titubear antes de desmarcarse de los contactos con inversores que haya podido tener el consejero Pedro Terrasa. "No soy un traficante de acciones", añadió. El empresario, que aterrizó en la entidad en noviembre de 2010, tomó como ejemplo de gestión el Bayern de Munich, que en los últimos treinta años ha multiplicado "por cincuenta" sus ingresos. "Al Mallorca le iría bien que lo hiciera por dos o por tres en ocho años", matizó.

El tercer máximo accionista incidió en la importancia para crecer en que deje de ser un club que se desprenda de sus principales futbolistas a final de cada temporada. "Vender caro a los jugadores no es duradero y eso puede provocar que, a largo plazo, el equipo pueda descender. Ni tampoco que se cedan porque eso después no garantiza un traspaso si cuajan", comentó.

Según Claassen su plan de negocio podría aplicarse "hoy mismo porque está detallado", y es más eficaz que una inyección de dinero. "Cladera dijo que yo no he aportado nada al Mallorca. Esta es la frase más falsa de todas las que ha dicho porque he trabajado mucho y lo estoy demostrando", matizó.

En su exposición, que alcanzó los noventa minutos, apostó por el turismo como gran bastión para aumentar los beneficios, ya fuera con un mayor ingreso por taquilla en los partidos, a través de la mercadotecnia o mediante las plataformas de televisión de pago. "La marca ´Mallorca´ tiene un enorme potencial y Palma, junto a Londres, es el lugar de Europa con más conexiones aéreas de forma directa. Solo en Europa ya hay 41 millones de aficionados que apoyan a clubes extranjeros", apuntó. Además, se apresuró a dejar claro que en su idea de internacionalizar el club no pretende restar identidad al mallorquinismo. Todo lo contrario. Y puso un ejemplo. "El Barcelona es un club universal y a la vez identitario porque no hay nada más catalán que el Barça", dijo.

El consejero declaró que si el proyecto ´Força Vermella´, del cual repartió un extenso dossier a los periodistas, se desarrolla con los criterios que lleva planificando "desde hace diecisiete meses", podrán elevar el Mallorca al más alto nivel. "Debemos ser el tercer club de España en 2020 y jugar la Liga de Campeones debe ser la normalidad", pronunció sin pestañear. Y aunque no quiso meterse en detalles deportivos, Claassen indicó que sería fundamental para atraer más interés por el Mallorca contratar a futbolistas con caché: "Fichar a una estrella española, alemana e inglesa".

El profesor de la Universidad de Hannover, que se felicitó por laentrada en el Consejo del peñista Pep Roig, insistió en la importancia de contruir una guardería en Son Moix para los días de partido. "No es una broma porque es un instrumento para crear mallorquinismo desde que los niños son pequeños", apuntó, al igual que espera que se lleve a cabo su idea de integrar animadoras a los encuentros, tal y como hacen algunos clubes en Alemania. "Se haría un concurso en la Part Forana para elegir a las mejores chicas", dijo. Y se despidió soñando con que el Mallorca pueda disputar una final de la Liga de Campeones. "Por ahora es una utopía".