Jaume Cladera contraatacó ayer acusando a Utz Claassen de actuar por "intereses personales" en el club después de la querella criminal que presentó el alemán el pasado sábado contra el propio presidente del Mallorca y el máximo accionista, Llorenç Serra Ferrer. El dirigente compareció en la sala de prensa del Iberostar Estadio después de un extenso Consejo de Administración –duró casi tres horas– del que se ausentó, precisamente el germano, al tener que dar una conferencia a estudiantes en su país.

?Esta polémica no estaba en el punto del orden del día –sí aprobar el calendario de pagos con Hacienda, dar el visto bueno a las antiguas actas y aceptar la dimisión como secretario del Consejo de Miquel Coca–, pero Claassen fue el gran protagonista.

?Cladera no ocultó sus ganas de hablar para responder a las inculpaciones de Claassen sobre la supuesta estafa de la que dice que ha sido objeto por el sobreprecio del veinte por ciento de las acciones que adquirió. "Es lamentable que nos informemos por los medios de comunicación de lo que hace. Nuestra valoración es que todo esto responde a una estrategia planificada de intereses personales y no institucionales", dijo textualmente el empresario en nombre del resto de miembros del Consejo, que criticó la ineficacia de las gestiones de Claassen en beneficio de la entidad. El hotelero fue más allá en su argumentación acerca de lo que ha motivado al teutón a interponer la querella, de la que aseguró que todavía no tiene constancia oficial, solo a través de la prensa. "Solo él sabe lo que busca poniéndola. Cada uno es responsable de sus actos y de las consecuencias que estos generan", apuntó tajante. Claassen reclama una indemnización de 600.000 euros a los dos dirigentes bermellones, pero el castigo puede ser mayor porque el delito de estafa, contemplado en el artículo 250.1 del Código Penal prevé penas de cárcel de entre uno y seis años y una multa económica de entre seis y doce meses.

?Preguntado sobre su estado de ánimo ante lo que se le viene encima, Cladera contestó rotundo: "Estoy muy tranquilo ya que ni yo ni Serra Ferrer hemos hecho algo mal y que no se pueda explicar". "Ahora voy a hacer frente a la situación más que nunca y más cuando te han puesto una querella, que no es ninguna tontería. Esto es jugar con las personas", agregó. Y quiso dejar claro que las afirmaciones de Claassen sobre que fue "engañado" a su llegada en noviembre de 2010 no se ajustan a la realidad. "Nunca le dije que el club estaba valorado en cinco millones ni nadie, al menos en mi presencia, se lo dijo", comentó. Claassen abonó un millón de euros por su veinte por ciento –quinientos mil cuando entró en el club y otros quinientos mil a la familia Nadal en diciembre– porque según su versión tanto Serra Ferrer como Cladera le informaron de que el expropietario Mateu Alemany había valorado el 98,8 por ciento de los títulos que controlaba en cinco millones de euros. Ahora Claassen asegura haber reunido pruebas de que en realidad aquel paquete accionarial estaba valorado en dos millones de euros, por lo que habría pagado un sobreprecio de 600.000.

?No obstante, Cladera confesó que, de momento, siente que están perdiendo la partida mediática con Claassen: "Nos está ganando por goleada, pero ya he repetido más de una vez estos días que el tiempo pondrá a cada uno en su sitio". Además, censuró la constante presencia del gestor en los medios de comunicación. "No entendemos cómo un miembro del Consejo puede hacer tanto daño al club propagando una información tan negativa y continuada", dijo.

?El exconseller, que a pesar de todo defendió a ultranza la gestión que están llevando para sanear el club, admitió que el irrespirable ambiente que se vive en la planta noble de Son Moix no puede durar mucho tiempo. No parece lógico que los dos máximos accionistas del club estén enfrentados, con denuncias de por medio, cuando deben decidir sobre el día a día del Mallorca. "Es evidente que se deberá llegar a algún tipo de solución sobre este tema ya que no puede seguir por mucho tiempo", señaló. Cladera incluso tiró de ironía cuando fue interrogado sobre el futuro inmediato de las relaciones entre las partes y de la aceptación social del asunto. "La gente acabará aborreciendo a Classen si lo ve cada día. Diga lo q diga y tenga o no razón, Claassen no es un delantero centro que meta veinte goles", manifestó ante los periodistas.

?El presidente hizo autocrítica al referirse a la imagen que están proyectando hacia el mallorquinismo. "La afición no se merece que sucedan estas cosas. El espectáculo que estamos dando es penoso. No puede ser que cada día estén en los periódicos temas de este tipo y no los deportivos. Todos tenemos parte de culpa", lamentó resignado.

?Por otra parte, Cladera también anunció que Claassen, que delegó su voto en el consejero Pedro Terrasa, se reservaba el derecho de impugnar algunas de las actas que ayer se debían aprobar de los Consejos de Administración desde finales de 2010. Además, se aprobó el calendario de pagos a Hacienda que el club deberá afrontar "de forma ascendente" en la próxima década. Esto se traduce en que el primer pago será de "un millón de euros aproximadamente", aunque después esta cantidad irá aumentado hasta liquidar la deuda que ronda los dieciséis millones.