Utz Claassen va a por todas. El alemán exigió ayer a Llorenç Serra Ferrer que le transfiera un 28,8 por ciento de los títulos, lo que en la práctica le convertiría en el máximo accionista de la entidad con el 48,8 por ciento –en estos momentos ya tiene un veinte por ciento–. En su defecto el germano, manteniendo su porcentaje, reclama 590.000 euros como compensación por haber pagado un sobreprecio cuando desembarcó en el Mallorca en noviembre de 2010. El empresario quiere una respuesta del pobler antes del viernes. Si rechaza la proposición –es lo más probable–, el alemán interpondrá una querella criminal contra Serra Ferrer y Jaume Cladera por estafa.

Claassen ha pagado un millón de euros por su veinte por ciento –quinientos mil cuando entró en el club y otros quinientos mil a la familia Nadal en diciembre–. Visto que el ex propietario Mateu Alemany valoró el 98,8 por ciento que controlaba en dos millones, el alemán considera que ya debería ser el máximo accionista con casi la mitad de los títulos bajo su control. Hay que recordar que Serra Ferrer detenta ahora el 49 por ciento, pero si transfiriera al alemán ese 28,8 que reclama se quedaría con apenas un veinte por ciento.

Claassen había rechazado por la mañana una propuesta de Serra Ferrer en la que le ofrecía recomprarle el diez por ciento que adquirió en 2010 por el mismo precio que pagó entonces, 500.000 euros (más los intereses).

El alemán está convencido de que en aquella transacción pagó un sobreprecio de 300.000 euros. Y considera que tuvo que asumir un nuevo sobreprecio de otros 300.000 –por culpa de la "información errónea" que había recibido de Serra Ferrer y Jaume Cladera– cuando adquirió el diez por ciento de la familia Nadal. Un total de 600.000 euros que, traducidos a acciones, representan el 28,8 por ciento del accionariado que ahora reclama.

"He rechazado la oferta de Serra Ferrer porque no compensaría el perjuicio que he sufrido. Después de un año y medio no se puede restituir la situación anterior, sobre todo cuando se ha cometido un delito potencial", indicó ayer Claassen a este diario.

El teutón, además, cargó contra Cladera con mucha dureza. "El presidente ha dicho públicamente que nadie ha mentido en este asunto. Es surrealista porque él mismo me confesó que todo había sido falso. Además dijo que todo esto son tonterías. Para mí buscar la profesionalidad y la transparencia en el club no es una tontería", dijo Claassen en referencia a unas declaraciones de Cladera el lunes en la inauguración de una peña en Ciutadella.

El germano defiende que cuando desembarcó en el Mallorca tanto Serra Ferrer como Cladera le informaron de que el total de las acciones de Alemany estaban valoradas en cinco millones de euros. Por eso aceptó pagar 500.000 por su primer diez por ciento. En realidad los títulos valían 2.049.305 euros más otros 900.000 que debían ser asumidos entre todos los accionistas para remunerar a Alemany por su trabajo en el concurso. En su reclamación Claassen no tiene de momento en cuenta esa cantidad y se centra únicamente en el valor de las acciones.

Es del todo improbable que Serra Ferrer acepte pagar 590.000 euros al germano o transferirle una parte sustanciosa de sus títulos porque eso significaría perder el control de la institución y cedérselo al que ahora mismo es su enemigo público número uno. En tal caso Claassen acudirá a los juzgados para interponer una querella que sus abogados ya tienen preparada.

El lunes, Consejo

Cabe la posibilidad de que el alemán denuncie a Serra Ferrer el lunes por la mañana y por la tarde se siente con él en el Consejo de Administración que arrancará a las 16:00. Oficialmente se hablará del pago de la deuda a Hacienda, pero sin duda este polémico asunto animará la reunión.