Es imposible que se le borre la sonrisa de la cara. Por fin se siente el protagonista del club de sus amores, por el que ha pasado por sus categorías inferiores y en el que siempre había ocupado un papel secundario desde que pisó el primer equipo hace ya siete temporadas. Hasta ahora. Porque Víctor Casadesús (Algaida, 1985) se ha ganado a pulso que los focos de las cámaras se dirijan hacia él después del excelente rendimiento que está ofreciendo en los últimos partidos.

?Los dos goles que marcó el domingo ante el Villarreal (4-0) son un ejemplo más de por qué ahora es indiscutible en las alineaciones de Joaquín Caparrós, al que también le costó confiar en el delantero. De hecho, de los primeros seis encuentros del utrerano en el banquillo del Mallorca, solo jugó de titular el primero –frente al Valencia–. Ninguno más. Pero los tantos consecutivos que anotó ante el Granada y Racing de Santander ya no le han sacado de los elegidos. "Los goles ayudan a cualquier delantero porque marcar da confianza. Ahora la tengo y también el entrenador me la da. Desde que llegó me costó un poco entrar, pero él confía en mí", dijo ayer en rueda de prensa.

?Al inicio de la pretemporada no entraba en las quinielas. Laudrup exigía la llegada de dos delanteros más durante la concentración en Holanda, más allá del desembarco de Hemed, que ya estaba en Oosterbeek. El club pagó traspaso por Alfaro –oficialmente 750.000 euros, aunque es más del doble– y Ogunjimi –2,4 millones y ha empezado a jugar en el mercado invernal tras contratarle fuera de plazo en verano- pero ninguno de estos dos arietes, que han costado mucho dinero para un club en concurso de acreedores, son titulares. La solución estaba en casa y Caparrós se ha dado cuenta.

?Víctor ya acumula seis tantos –los mejores números en Primera desde que es profesional– y está a una sola diana de igualar a Webó como cuarto máximo goleador de la historia de la entidad. Lejos queda el registro de Etoo, con cincuenta y cuatro, pero tiempo tiene por delante. El algaidí se ha transformado, ya no solo por su acierto de cara a la portería, sino por su aportación al juego. Cae a bandas, presiona como el que más y reclama mucho el balón para combinar con sus compañeros. Jamás había sido tan protagonista como hasta ahora, ni con Cúper, ni con Manzano –le mandó cedido a la Real Sociedad y Nàstic en Segunda– ni con el propio Laudrup. "Siempre he sido de los jugadores que entraba y salía. Ahora tengo la regularidad que me faltaba, no sé si es el mejor momento pero sí estoy muy bien y muy a gusto", señaló. Casadesús cumplió contra el Villarreal su partido ciento cuarenta y nueve como bermellón, lo que le coloca como uno de los diez que más encuentros ha disputado como bermellón en la elite. Las lesiones le han jugado malas pasadas en anteriores temporadas, pero jamás había estado al nivel de este año. ?

?A sus veintiséis años ya ha alcanzado una madurez que solo le puede traer aspectos positivos de cara al futuro. Dice que solo piensa en poner su granito de arena para que el Mallorca alcance la permanencia. En nada más. Y sonríe cuando le preguntan si sueña con llegar a un número concreto de goles. "No me puedo marcar ninguna cifra, quiero ayudar al equipo y siempre que haces goles es bueno. Lo importante es salvarnos y que marquemos todos los que podamos hacerlo", explicó.

?Con exhibiciones como la del domingo frente al ´submarino amarillo´ será mucho más fácil seguir en Primera. Ahora el calendario depara dos encuentros que no asustan, sobre todo porque el margen con los de abajo se ha ampliado a cinco puntos. "Si hubiéramos perdido iríamos a Anoeta como si fuera una final porque todo estaría mucho más apretado, por lo que ganando vas más tranquilo. Iremos a San Sebastian a hacer nuestro fútbol y seguro que va todo mejor si no estás tan ahogado entre los tres o cuatro de atrás", apuntó el también ganador del Campeonato de Europa Sub´19 en una selección española en la que coincidió, sin ir más lejos, con Borja Valero, víctima el domingo.

?De aquel éxito ya ha llovido, pero ahora se siente con fuerzas para volver a sentirse importante. El futuro es suyo.