El ayuntamiento de sa Pobla aseguró ayer que apuesta por una gestión económica "prudente" después de cerrar el pasado ejercicio con un remanente de tesorería de 1,5 millones de euros, que se invertirán de la siguiente forma: 700.000 euros se destinarán a inversiones sostenibles; 200.000 euros a la amortización de préstamos; y 125.000 euros a la cancelación de saldos. También se reservará un remanente de 500.000 euros para disponer de líquido en caso de necesidad.