Una jornada frenética. Con extraordinaria devoción y pasión. Ayer, miércoles, en el restaurante es Cruce de Vilafranca desde las ocho de la mañana centenares de personas acudieron en busca de caracoles. Movimiento constante de personas y cuantiosos ingresos económicos para el famoso negocio situado junto a la carretera desdoblada de Palma-Manacor, cerca de Vilafranca y Petra.

La creencia popular establece que el día de Sant Marc, el 25 de abril, quién coma caracoles gozará de buena salud durante todo el año. Ni reuma, ni problemas de corazón u otras dolencias. Ahí es nada. En otros múltiples pueblos de Mallorca, como Sineu, Sant Joan, Alaró, Binissalem, Petra, Campos, Manacor, etc., también hubo una elevada cantidad de bares y restaurantes que promocionaron la receta típica.

Para mucha gente, además de las importantes cualidades curativas, los caracoles son "un auténtico manjar". Cierto es que, hoy en día, pueden consumirse en cualquier momento del año, y que en Mallorca hay un importante auge de la actividad de granjas de caracoles, aunque es durante la semana de Sant Marc cuando se baten todos los récords. Y ayer, según muchos ciudadanos, hubo una 'revolución' nunca antes vista.

Nacha Galiana y Juan Forteza se desplazaron a propósito desde Artà hasta es Cruce. ¿El motivo? "Dicen que comer caracoles este día trae consigo suerte y salud, y mientras podamos vendremos cada año". En la misma línea, Antònia Riera y Pedro Parera, de Manacor, sentenciaron que "los caracoles son exquisitos y como dice la tradición, si comemos por Sant Marc no estarem tocats".