El ayuntamiento de Manacor ya se ha puesto manos a la obra para tratar, por un lado, llegar a un acuerdo con los propietarios de las fincas de Cala Varques para que abran las barreras que desde hace unos meses impiden el paso de vehículos y bañistas hasta el arenal virgen. Y por otro, para lograr una servitud de acceso público que impida que esta situación vuelva a repetirse, al tiempo que se mejoraría la vigilancia y seguridad, tanto de los veraneantes como de los propietarios de terrenos y viviendas adyacentes.

El concejal de Medio Ambiente local, Pedro Rosselló, es quien está llevando personalmente ambos temas, y aunque de momento hay voluntad negociadora pero no hay nada cerrado, cree que se podrá llegar a un acuerdo para reabrir el paso antes de que empiece el verano.

En contraprestación, el Ayuntamiento está buscando otras fórmulas para tratar de controlar el acceso al camino de entrada desde la carretera Porto Cristo-Portocolom, el gran problema no resuelto desde hace ya una década. Y es que sobre todo durante los últimos cinco años, centenares de coches aparcan cada día de la temporada alta ignorando la señal que lo prohíbe y que avisa de la llegada de una grúa que saben que no será efectiva.

Además, cuando ese camino se colapsa, los bañistas tienen que dejar sus coches en los márgenes de la carretera comarcal y en un aparcamiento improvisado en una curva de servicio, con el consiguiente peligro contra la seguridad de los demás conductores y los propios turistas, que deben cruzarla a pie.

Para solventarlo hay varias alternativas sobre la mesa, entre las cuales toma fuerza la de cerrar la senda mediante una barrera o por medio de pilones retráctiles, para que de esta manera solamente puedan pasar viandantes, bicicletas, vehículos de emergencia o los vecinos que vivan allí.

Pero para poner en práctica medidas de este tipo, primero deberán ser aprobadas por la comisión de seguridad de Cala Varques, de la que aún faltan miembros por incorporarse. De momento lo que sí que existe es un estudio policial solicitado por el consistorio manacoríen el que queda de manifiesto el escaso o nulo éxito de las medidas disuasorias aplicadas hasta el momento.

Servitud de acceso

Por lo que atañe a la posible expropiación del camino de acceso directo a Cala Varques para que pase a ser de titularidad pública, el Ayuntamiento se ha puesto en contacto con Demarcación de Costas, para que sea la administración estatal la que se encargue de requerir a los vecinos la servitud de acceso a la playa, puesto que no sería competencia municipal.

Para ello se quiere reactivar de una forma definitiva el expediente de expropiación iniciado en 1992, que por diferentes razones no llegó a firmarse ni por tanto a hacerse efectivo. El coste de todo el proceso, que está todavía por cuantificar, sería asumido entre las administraciones.