Cuando faltan pocos meses para la culminación del proceso de electrificación del corredor ferroviario, la empresa Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) ha iniciado los pasos para desprenderse de la flota de trenes diésel que siguen cubriendo las frecuencias diarias entre la estación de Enllaç y las localidades de sa Pobla y Manacor y que dejarán de prestar servicio con la electrificación integral de la línea que está en proceso de ejecución en la actualidad.
SFM ha convocado una subasta pública con el objetivo de vender 17 lotes compuestos por la práctica totalidad de la flota de convoyes de gasóleo, además de una bateadora y otras piezas por un importe de licitación de 12,6 millones de euros, cantidad que no incluye el IVA. Esta cifra podría variar en función de las pujas que participen en la subasta, cuyo plazo de ejecución se sitúa entre el 28 de septiembre de este año y el 30 de junio de 2019, si bien este periodo de tiempo "es orientativo", ya que "la venta del material móvil está condicionada a la finalización de las obras de electrificación", según se especifica en la convocatoria pública. No obstante, parte del material móvil que se subasta, así como la bateadora (máquina que se utiliza para la nivelación y alineación de la vía) "podrían ser entregados de forma inmediata".
La subasta convocada por SFM, cuyo plazo límite para la presentación de ofertas concluye el 31 de mayo, incluye 17 lotes que pueden adquirirse de forma independiente o bien en su totalidad.
Once de los lotes corresponden a otras tantas unidades ferroviarias dobles, cada una de las cuales incluye dos vagones con motor. Otros cinco lotes se corresponden con cinco remolques (vagones sin motor), mientras que un último lote incluye la citada bateadora, una máquina "antigua" que ya no se usa, según apuntó ayer el gerente de SFM, Mateu Capellà.
27 vagones de gasóleo
En total, la subasta comprende 27 vagones de gasóleo que, según el responsable político de la empresa pública dependiente del Govern, siguen circulando actualmente por el corredor que todavía no está electrificado.
Los lotes que están en venta incluyen la práctica totalidad de la flota de trenes diésel de SFM a excepción de dos unidades dobles (de dos vagones cada una), que la empresa reservará para cubrir emergencias o averías en la línea eléctrica. Si en un momento dado se interrumpe el suministro de energía en el corredor, estos vagones diésel podrían sustituir a los eléctricos de forma eventual.
Los convoyes de los que SFM quiere desprenderse entraron en funcionamiento entre los años 2002, 2003 y 2005, por lo que acumulan muchos kilómetros y se consideran amortizados. "Los trenes están en buen estado y han pasado las revisiones correspondientes", asegura Capellà.
La empresa desconoce por ahora si el proceso de subasta culminará con la venta de todo el material. "En el caso de que se declare desierta, podríamos revisar los precios o almacenar el material hasta una nueva ocasión", apunta el gerente de SFM, que recuerda que ya se han llevado a cabo dos operaciones de venta en las dos últimas legislaturas. "Este es el lote más importante", concluye.
