Los años de espera y los múltiples problemas burocráticos y de reforma de la pescadería municipal de Manacor parecen llegar a su fin. Acometidas ya las obras para adecuar el espacio a la legislación actual, a finales de esta pasada semana, técnicos del consistorio hicieron una visita previa a la recepción del proyecto que debe revitalizar de una vez por todas la plaza de Abastos, conocida popularmente como plaça de ses Verdures. Ahora además, y para no dilatar el proceso de apertura, antes de su adjudicación definitiva, el Ayuntamiento quiere otorgar su explotación provisional para que esté abierta y en uso.
Es decir que el consistorio valora la posibilidad de adjudicarla en precario, lo que significaría que podría explotarse también durante el tiempo en que se llevara a cabo su concesión definitiva. Esta opción está siendo estos días valorada por los servicios jurídicos del Ayuntamiento; una fórmula que también serviría para los trastes que quedan sin ocupar dentro de la propia plaça de ses Verdures.
Todo ello antes de que se apruebe también el nuevo reglamento que debe regir los usos del mercado de abastos, necesario para la continuidad y el futuro del espacio. En el caso de que las adjudicaciones definitivas fueran a parar a personas distintas, los vendedores que estaban en precario deberían abandonar sus puestos.
Este pasado mes de julio Manacor sacaba a concurso la contratación de las obras de reforma y adecuación del inmueble, con un coste total previsto de unos 75.000 euros y un plazo de ejecución de tres meses. A finales de 2014, el Ayuntamiento ya emprendió la reforma exterior del edificio, a la que destinó 30.000 euros para mejorar su accesibilidad e imagen.
Hace casi una década que la pescadería municipal, la única que era de carácter público, ha permanecido cerrada.
