Desde hace unos años se ha instaurado como una tradición entre los jóvenes de Alaró la comida de quintos el Viernes Santo. Lo que empezó como una comida para algunos ha ido ganando más adeptos a medida que pasan los años. Este año, los de la quinta del año 2000 son los que cumplen la mayoría de edad y, por eso, otra promoción más que se ha sumado a este acontecimiento. Ninguna de las quintas anteriores se retira, por lo que cada año son más las personas que participan en este evento. No obstante, son muchos los vecinos de la localidad que consideran que hay otros días más adecuados para celebrar esta fiesta. El problema es que tras la comida llega la fiesta. "El Viernes Santo ya no es lo que era, muchos de los jóvenes ya no participan en la procesión", lamentan.