El ayuntamiento de Sóller ha expresado su malestar con la conselleria de Medio Ambiente tras haberse quedado la playa del Port de Sóller totalmente cubierta por restos de cañas procedentes de unas talas realizadas por la Conselleria. Los restos vegetales proceden del desbroce que hace unos meses la Conselleria realizó en el torrente de Fornalutx.

Las intensas precipitaciones registradas a lo largo del fin de semana provocaron que los torrentes se llenaran con abundante agua. La fuerza del agua arrastró hasta el Port gran cantidad de restos de la tala de cañas que estaban depositadas en el lecho del torrente de Fornalutx, después que meses atrás se llevaran labores de desbroce de su cauce.

El concejal de Medio Ambiente, Josep Lluís Puig, expresa su malestar "porque en reiteradas ocasiones advertimos a la Conselleria de que retirara los restos de cañas para evitar lo que al final ha acabado por ocurrir". Según el edil, los avisos se hicieron en diferentes momentos y esperaban que Medio Ambiente atendiera su petición, que al final no se tuvo en cuenta y ahora ya no hace falta. Las playas de Can Repic y Mónaco están totalmente cubiertas por los restos vegetales que bajaron hasta el Port flotando en el agua. El temporal marítimo depositó después todo este material vegetal sobre unas playas que ya se habían preparado para la temporada turística de Semana Santa. Hoy, muchos turistas fotografiaban atónitos con sus teléfonos las cañas que cubrían la playa.

Por su parte, el concejal de Infraestructuras, Andreu Castañer, ha informado que a partir de mañana empezarán las labores de limpieza del litoral solleric, con el fin de retirar la maleza antes del Jueves Santo. El Ayuntamiento recurrirá a maquinaria pesada y contenedores para retirar las cañas y evitar así que se produzcan protestas del sector turístico.

La acumulación de cañas en las playas no es la primera vez que ocurre en el Port de Sóller. Hace algo más de un año quedaron en igual lamentable aspecto tras unas fuertes torrentades que se llevaron por delante las cañas que el Govern había talado en varios torrentes del valle. El Ayuntamiento las tuvo que retirar tras fuertes protestas de usuarios y del propio sector turístico.