Una modificación de las normas subsidiarias de Sant Llorenç permitirá que se puedan construir piscinas en rústico, cuando sea anexa a una vivienda construida al amparo de la normativa urbanística, mientras se respeten los 3 metros de distancia de los linderos de la parcela. Por otro lado, las balaustradas de las viviendas no tendrán porque ser exclusivamente macizas, podrán ser permeables y se permitirán barandillas metálicas si reproducen modelos tradicionales.