Con la reforma que prevé ejecutar este organismo, los pescadores dispondrán de varios almacenes, unas oficinas nuevas y, lo que es más importante para ellos, una lonja para la venta directa del pescado. Ports preveía iniciar las obras a finales de 2017 pero los obstáculos burocráticos con el Ministerio de Defensa han desbaratado el calendario previsto, hasta el punto de que a estas alturas la obra está sin licitar. El proyecto se sometió a exposición pública en diciembre de 2016 por período de un mes, pero desde entonces no se ha realizado ningún otro trámite, tal y como consta en la página web de Ports de Balears.

Este retraso y la falta de información oficial han generado preocupación y malestar entre los pescadores del Port de Sóller, que lamentan que el Govern se había comprometido a tener listas las obras a principios de 2018, algo que materialmente ya es imposible. Los pescadores piden explicaciones del por qué se ha retrasado la obra.

La administración prevé realizar una inversión de 1,2 millones de euros en la mejora de la zona pública del muelle de marinería, una inversión que se solapará con la que ejecutará Marina Tramontana, por importe de 3,3 millones, para adecuar unas nuevas instalaciones para los usuarios náuticos del mismo muelle. Sendas actuaciones permanecen sin un calendario definido.