El ayuntamiento de Pollença ha modificado la ordenanza municipal de animales domésticos de compañía para regular el funcionamiento de las colonias felinas en el municipio y prever la futura creación de un santuario municipal para concentrar a los gatos que no sean adoptados con el objetivo de evitar su sacrificio.

Concretamente, la normativa fija la posibilidad de crear un santuario para acoger la sobrepoblación de gatos asilvestrados en un espacio cerrado. El objetivo es ubicar en él los "excedentes de población que no puedan ser gestionados a través de colonias". La ordenanza determina que los animales que formen parte de este santuario "no estarán sujetos a los plazos marcados por la normativa relativa al sacrificio de animales vagabundos".

En cualquier caso, el equipo de gobierno admite que la habilitación de un santuario felino es "complicada" porque precisará de un espacio adecuado que todavía no ha sido seleccionado, un problema similar al de la futura perrera que también se quiere poner en marcha para responde a una antigua reivindicación social.

El teniente de alcalde de Urbanismo, Tomeu Cifre Bennàssar (Junts Avançam), explica que las colonias felinas ya son una realidad consolidada en el municipio y que son muy abundantes. "El problema es que no había ninguna normativa que diese cobertura legal a las colonias y teníamos problemas para financiar las campañas de esterilizaciones y regular el trabajo de los voluntarios, ya que sin esta modificación de la ordenanza podrían ser sancionados por otras normativas municipales por ensuciar las calles, por ejemplo", explica.

Colonias felinas

La ordenanza, que ayer salió publicada en el Boib y por tanto ya es vigente, da potestad al Consistorio para autorizar las colonias felinas. La titularidad y responsabilidad sobre los animales será municipal y el Ayuntamiento podrá supervisar el estado de las colonias cuando lo considere oportuno, así como retirar los animales de las colonias que no cumplan los requisitos de mantenimiento.

La normativa establece que el destino de los animales, por orden de prioridad, será el siguiente: adopción, integración en un santuario, reubicación y sacrificio.

El Consistorio contará con un registro de colonias y cuidadores autorizados, que dispondrán de un carnet identificativo. Todos los gatos de las colonias deberán ser identificados y testados y su alimentación deberá ser exclusivamente a base de pienso seco.

Las colonias, que estarán formadas por un máximo de diez gatos, deberán ubicarse preferentemente en solares cerrados y limpios, siempre alejados a una distancia mínima de 200 metros de las zonas naturales o forestales y de 500 metros de centros sanitarios, colegios o residencias. Solo podrán formar parte de las colonias los animales sanos y deberán estar vacunados y esterilizados.