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Un descubrimiento que acaba con un mito

Un contrabando con historia

Un censo centrado en la gente más pobre arroja sorprendentes datos

Bando publicado por el Capitán General de Mallorca reproduciendo la Real Orden de abolición del estanco del tabaco (1 de enero de 1799). Y plano de la Vila de Felanitx (1776).

"El contrabando ya existía en el siglo XVIII en Mallorca y éste debía ser tan importante que obliga a la Corona a cambiar un impuesto por otro y, además, esto se hace para evitar que se pueda transportar la peste del norte de África hasta la isla". Es una de las principales conclusiones del sorprendente libro titulado Felanitx, 1799. Un poble a través d'un padró.

El autor de este revelador trabajo es Xisco Bergas Pastor (Santa Margalida, 1991), graduado en Historia (Universitat de les Illes Balears), Máster de Patrimonio (UIB y Universitat de Perpinyà) y Máster de Profesorado (UIB). Se trata de su primer libro propio, si bien ya fue copartícipe, en 2013, de Paper blanc. La guerra civil a Santa Margalida. A su vez, ha participado en diferentes Jornades d'Estudis Locals y colaborado en revistas. También es el codirector del proyecto arqueológico de es Rossells de Cas Concos (Felanitx).

Felanitx, 1799. Un poble a través d'un padró representa una nueva edición de la reimpulsada Fundació Museu Cosme Bauçà de Felanitx (muy cerca del parque de sa Torre). De hecho, en el mismo acto de presentación anunciado para el próximo jueves, día 8, a las 20 horas, también se dará a conocer otra obra, en este caso identificada como Catàleg de la Fundació Museu Cosme Bauçà. No en vano, el singular equipamiento sociocultural a finales de diciembre de 2017 entregó al Consell de Mallorca un proyecto y catálogo con 1.144 fichas para poder optar al reconocimiento de Col·lecció Museogràfica.

Un antecedente clave

Centrándonos en Felanitx, 1799. Un poble a través d'un padró, sobresale que, con él, se desmonta el 'mito' relacionado con el contrabando que hizo extraordinario furor en el siglo XX con famoso protagonismo del financiero vilero Joan March Ordinas, Verga. Resulta que ya en el siglo XVIII, tal y como constata el libro de Bergas, este tipo de fraude ya era mayúsculo en la sociedad mallorquina. Tanto que ello obligó a la Corona a cambiar un impuesto por otro. Es, sin duda alguna, un antecedente clave.

El padrón de 1799 de Felanitx objeto de investigación fue hallado por el reconocido mossèn y eminente historiador Pere Xamena (fallecido en mayo de 2015) en el archivo municipal. El alcalde actual, Joan Xamena (Bloc), propuso a Bergas analizar a fondo y trancribir el documento en cuestión, aceptándose el reto.

Bergas explica que se realizaron padrones de habitantes en todos los pueblos de Mallorca para sustituir el estanco del tabaco, que era un impuesto, por un arbitrio, que es otro tipo de impuesto. "El primero sería una especie de IVA, mientras que el segundo consistía en dividir la cantidad total del impuesto entre la población en función de su riqueza", aclara.

Exactamente se contemplaban cuatro clases; de más ricos a menos ricos. "Y este padrón en concreto se refiere a la cuarta clase, los más pobres, que era la parte mayoritaria", apunta. De Felanitx pueblo se suman 1.291 personas, mientras que de fora vila, 460.

El censo, con finalidades económicas, hecho para saber quién ha de pagar el impuesto, apenas supone el 25% de la población total ya que clasifica únicamente a los hombres cabeza de familia, amitgers, arrendatarios, capellanes y religiosos (parroquia de Sant Miquel y convento de Sant Agustí), molineros, viudas o mujeres cuyo esposo estuviera en el ejército. En torno al 85% del total de personas del listado son hombres.

Bergas sostiene que "es una gracia que hace el rey Carlos IV a los habitantes de Mallorca porque el estanco no se pagaba ya que había mucho contrabando con el norte de África (capital Argel y pueblos de su entorno)". "Pero tampoco hay que engañarnos, fue desvestir un santo para vestir otro. Principalmente, la gracia concedida por Carlos IV suponía sustituir el estanco tradicional ­-que había sido implantado en Mallorca en 1651- por un arbitrio. Así pues, se trataba de cambiar un tipo de impuesto por otro. El motivo se derivaba de lo que ya reconoce el Capitán General, Joaquin de Oquendo, en su bando donde reproduce las palabras del edicto real en que se dice '[...] El Rey teniendo en consideración las circunstancias locales de la Isla de Mallorca y la arraigada propensión de sus naturales al uso del tabaco hoja de Brasil y del Levante, con cuya introducción se exponen diariamente a comunicar el azote de la peste en las frecuentes ocasiones que reina en África, produciendo desde luego la considerable disminución de los valores de tan importante renta y de las muchas familias dedicadas al contrabando'. Es decir, la problemática que había con el tabaco en Mallorca era su contrabando, ya que este, además de provocar una pérdida de ingresos a las arcas reales, también suponía una amenaza importante para la salud pública, debido a que el constante comercio con África exponía a Mallorca a las epidemias de peste. Es por ello que este es un documento destacado, ya que de cierto modo muestra los inicios y anticipa uno de los negocios más rentables para los mallorquines durante el siglo XIX y primera mitad del XX, el contrabando de tabaco con el norte de África", remarca.

En esta línea, "son de sobras conocidos los contrabandistas mallorquines, como Joan March o Josep Garau, dedicados ambos al tabaco, pero también se ha de tener en cuenta el número importante de mallorquines -entre estos también felanitxers- trasladados a Argel para trabajar en las plantaciones de tabaco". En consecuencia, "parece evidente que el constante contrabando había hecho reducir -de cada vez más- lo que se ingresaba en concepto de estanco, por lo que se decide sustituir por un arbitrio a cambio, eso sí, del libre comercio y consumo de tabaco de Brasil y Llevant, a excepción de los periodos de guerra, en los que el tabaco no podía ser comprado en puertos o posesiones del país enemigo".

La nueva previsión de pago, en cuatro clases, establecía 4 duros anuales por familia y matrimonio si se trataba de primera clase; 3 duros si era segunda; 2, tercera y 1, cuarta. En la que se fija el padrón objeto del libro, la cuarta, se encontraban 'los jornaleros enteramente destituidos de bienes', es decir, el estrato más pobre -y mayoritario- de la sociedad.

Aumentar la recaudación

Bergas subraya que "a la Corona no le interesaba perder dinero y se inventa un sistema para recaudar el total del impuesto haciéndolo pasar por una gracia, como si les hiciese una gracia, 'ahora os dejo comerciar libremente', que antes no se podía. Pero realmente va dirigido a aumentar la recaudación".

Cuando se hizo el padrón la población de Felanitx era de 7.334 habitantes, siendo la tercera localidad más poblada de la isla. "Por ello, existía en la Vila más de un cuartel militar", indica Bergas. "Durante todo el siglo XVIII el reclutamiento de felanitxers será una constante, pero el especial clima bélico de finales de centuria lo hará aún más necesario".

Hay que ser concientes de que dicho censo se enmarca en la Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas. Seguidamente, en 1801, estallará la llamada guerra de las Naranjas, entre España y Portugal. Momentos tremendamente conflictivos. Cierto que el padrón se realizó en 1799, un año en el que no había guerra, si bien "muy probablemente iba enfocado a los cambios fiscales que tenían que permitir a la monarquía hacer frente a los elevados costes de los conflictos".

También se constata que 70 felanitxers formaban parte del ejército, 'que sirven al Rey', otros 6 de los cuales se dice que están en campaña y cuatro más que forman parte de milicias. Otras lecturas interesantes de tan llamativo padrón aludirían a la muy significativa mortalidad y la escasa cantidad de población soltera.

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