El ayuntamiento de sa Pobla ha presentado una serie de alegaciones a la revisión anticipada del Plan Hidrológico al entender que la redacción de determinados puntos podría acarrear cuantiosos gastos en un municipio eminentemente agrícola como el ‘pobler’.

Así, el Consistorio insta a aclarar algunos aspectos del Plan como el que hace referencia a la construcción y mantenimiento de los nuevos sistemas colectores de aguas residuales y pregunta si los nuevos requisitos afectan también a las conducciones existentes, lo que “obligaría a la total renovación de las conducciones”, con el elevado gasto que ello supondría, ya que el Ayuntamiento “dispone de 32 kilómetros de red de alcantarillado”.

El Consistorio también insta a “establecer un programa de financiación autonómica” para dotar el plan de sistemas de riego más eficientes y apunta que “deberá considerarse la posible incompatibilidad de la utilización del agua regenerada para el cultivo de la patata y otras hortalizas que se producen en sa Pobla”.

También expresa su “preocupación” sobre la realización de un plan de uso de parcelas agrícolas regadas que incluye limitaciones de consumo y de cultivo en caso de sequía. “Preocupa cómo podría afectar este punto a la agricultura de sa Pobla y cómo afectarán y se desarrollarán estos planes en caso de sequía”, apunta la institución municipal.Demanda de agua

En este sentido, señala que con el objetivo de garantizar agua para el sector agrícola, es “conveniente” realizar una comprobación del efecto que tendrían las medidas previstas en el plan para cada una de las fases de sequía que se han fijado “para comprobar si serán suficientes para satisfacer la demanda”. También reclama la inclusión de un estudio de costes para definir la necesidad o no de crear un fondo de reserva económica. “En situación de escasez de agua se producen una serie de impactos económicos importantes que afectan a la estabilidad presupuestaria municipal en la gestión del suministro de agua y a la actividad del sector agrícola que deben tenerse en cuenta”, asegura la institución municipal.

En relación a las nuevas captaciones de agua, el Ayuntamiento señala que “es evidente que la reducción o clausura de pozos implicará una mejora en el estado de las masas de agua subterránea, pero para sustituir estas aguas se debería tener una solución preparada”. Por ello propone un estudio de alternativas para valorar el impacto de las restricciones o clausuras de pozos frente a la aplicación de otras medidas que “podrían ser más viables”.