Sencelles celebró ayer la fiesta de la Beata Francinaina Cirer en el día que se cumplía el 163 aniversario de su muerte. A pesar de lo inapacible del tiempo, los devotos de la Beata celebraron su día grande. Los actos previstos para el aire libre se tuvieron que celebrar en el interior del templo parroquial.

Las celebraciones, eminentemente religiosas, empezaron a las 10 horas con una misa. A partir de las 11 de la mañana los participantes en la procesión y ofrenda floral se concentraron en la plaza de Can Bril para formar una comitiva que continuó hacia al monumento que la Beata tiene en la Plaza de España. Al finalizar el acto, los presentes fueron obsequiados con las galletas dulces de la Beata, los llamados senyorets.