La organización de competiciones deportivas es una de las mejores herramientas del sector turístico para avanzar hacia el objetivo de la desestacionalización. Desde hace años, las principales zonas turísticas del norte de la isla se han especializado en este tipo de turismo deportivo. De hecho, algunas de las pruebas que se convocan tienen fama internacional y contribuyen a avanzar o retrasar la temporada turística.

El próximo 12 de mayo se celebrará el Nirvana Ironman 70.3 en el Port d'Alcúdia, una de las competiciones deportivas más prestigiosas del mundo que en el caso de Mallorca se traduce en un impacto económico muy importante que beneficia tanto a los establecimientos como a la oferta complementaria.

Un estudio realizado hace dos años por la UIB con la colaboración del sector turístico fijó en 9,05 millones de euros el impacto económico de la celebración del Ironman en el municipio de Alcúdia. La prueba deportiva cuenta con una participación de unos 2.200 personas procedentes de diferentes países del mundo y que, según el citado estudio, gastan una media de 1.693 euros por estancia y corredor.

En la actualidad ya no se celebra un segundo Ironman en otoño para alargar la temporada, aunque a finales de octubre está prevista la organización del Long Course Weekend, una prueba de triatlón que también tiene muchos adeptos a nivel internacional y que a buen seguro contribuirá a aplazar el fin de la temporada turística.