La renovación de infraestructuras de la urbanización Muleta I, en el Port de Sóller, ya tiene precio. El proyecto técnico que ya dispone el ayuntamiento de Sóller estipula que será necesaria una inversión que rondará los cuatro millones de euros para dotar las calles de Muleta con las infraestructuras necesarias para que la urbanización pueda ser recepcionada posteriormente por el municipio.

Los vecinos tendrán que hacer frente a una cuantiosa inversión con la que Muleta será equipada con redes de agua potable, alcantarillado y recogida de aguas pluviales. El proyecto prevé renovar por completo un inexistente asfaltado, unas aceras que ahora mismo son impracticables y dotar de un servicios de alumbrado público y de abastecimiento eléctrico que a estas alturas son totalmente deficientes.

Estas son algunas de las características del proyecto técnico que pretende dotar Muleta los servicios básicos con el fin de acabar con unas carencias que se vienen arrastrando desde hace décadas. Su consecución permitirá levantar la prohibición implantada desde hace años que impide la construcción de nuevas viviendas en los solares que están aún sin edificar.

El ayuntamiento ha dado los primeros pasos para arrancar un proyecto que se presenta complicado ya que necesitará de la contribución económica de los vecinos que deberán satisfacer la totalidad de las obras de infraestructura.

El concejal de Urbanismo, Jaume Mateu, ha mantenido un primer encuentro con representantes de los vecinos que quieren impulsar la renovación de los servicios esenciales de la urbanización. El objetivo de ambas partes es la "de impulsar este proyecto para regularizar la situación de la urbanización", un hecho que "permitiría acabar con las deficiencias que arrastra Muleta desde hace muchos años y desbloquear el desarrollo urbanísticos de los solares donde ahora no se puede edificar".

Jaume Mateu, que ha descartado que el ayuntamiento sufrague total o parcialmente el coste de modernización de las infraestructuras, ha resaltado que "hay vecinos que quieren que se haga" por lo que el municipio "dará las facilidades que se puedan a la hora de tramitar la licencia y durante la ejecución de las obras".

Un año para hacerlo

El concejal de Urbanismo ha explicado que el ayuntamiento recurrirá a la disposición transitoria undécima de la Ley de Urbanismo de las Islas Baleares que califica Muleta como suelo urbano sin urbanización consolidada. Dicha disposición otorga el plazo de un año para adaptar los terrenos de la urbanización a los requisitos que se necesitan para que pueda ser considerada como suelo urbano, ya que, contrariamente, Muleta podría convertirse en suelo rústico protegido.

Jaume Mateu ha recordado que la urbanización "se encuentra en un estado muy precario de conservación" y por eso apela los vecinos para que ejecuten las obras de renovación, "lo que permitirá después de que el ayuntamiento recepcione los espacios públicos y zonas verdes" . Esto último implicará que el municipio asuma el mantenimiento de las infraestructuras que ahora no reciben.