La biblioteca de es Pont d'Inca tendrá que ser trasladada por la imposibilidad de acoger debidamente el servicio que debe prestar en el actual edificio municipal Erika. La razón que frustra su actividad es el elevado ruido que debe soportar los usuarios, incompatible con el estudio o la lectura.

En los presupuestos aprobados el pasado miércoles existe una partida de 80.000 euros, destinada a la adecuación de la nueva biblioteca de es Pont d'Inca. Como ya se ha mencionando este servicio se encuentra actualmente situada en una planta del edificio municipal conocido como Erika.

Las razones por las que la biblioteca soporta un nivel de ruido superior al adecuado para su función son debidas a la presencia de otros servicios municipales incompatibles.

Música y baile

En el piso superior se encuentra la escuela de música. Evidentemente dicha escuela provoca ruidos debido a los ensayos y a las clases con instrumentos.

En el piso inferior al de la biblioteca se encuentra el club de la tercera edad. Los mayores llevan a cabo también actividades muy ruidosas como clases de baile y otras. Según manifiesta el alcalde, Joan Francesc Canyelles, se habían recibido muchas quejas de los estudiantes debido al ruido que se producía en los locales de las otras dos plantas.

La biblioteca de es Pont d'Inca es un servicio muy utilizado por los vecinos de este núcleo poblacional. Durante el pasado año pasaron por la biblioteca unos 15.000 usuarios.

El consistorio ha convocado un concurso para alquilar un nuevo local donde ubicarla. La licitación es por un importe de 15.158 euros anuales iva incluido. El alquiler será por un periodo de diez años.

El inmueble que solicita el consistorio debe reunir una serie de condiciones, que puntuarán según el baremo del concurso, cuyo cierre de admisiones ya ha finalizado.

El local debe estar situado en la misma avenida Antonio Maura, calle donde se encuentra la actual biblioteca. Debe tener una superficie de unos 300 metros cuadrados, y tener luz solar. Se puntúa de forma especial cuantas más ventanas o claraboyas dejen entrar la luz exterior.

Otra de las deficiencias que se han observado en la actual biblioteca es la falta de acceso para las personas con movilidad reducida. Existe un ascensor para ascender al segundo piso, pero para poder acceder hasta este nivel, la puerta de la calle cuenta con un escalón sin ninguna rampa para que pueda ser salvado por una silla de ruedas.

Durante el pasado pleno, el portavoz del PP, Xisco Ferrá, critico esta inversión de 80.000 euros para el alquiler de un inmueble donde ubicar la biblioteca, sugiriendo que se adaptara una estancia para la ubicación de la misma en sa Garrovera, que es un edificio también municipal.

La respuesta del alcalde fue que si hubieran efectuado una de las visitas programadas a Sa Garrovera "hubieran visto como las instalaciones de la misma están en una situación precaria y no pueden albergar la biblioteca".