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Polémica

Ultimátum del consistorio de Sant Joan a la mezquita situada junto a la iglesia para ser legal

El alcalde advierte de que "al no aportar la documentación requerida dentro de plazo deberán atenderse a las consecuencias, sea desmontar o quitar"

Aspecto actual de la mezquita, en esta casa-esquina de las calles Major y Sant Joan, a dos pasos de la iglesia parroquial. T. O.

A dos pasos de la iglesia parroquial del pueblo de Sant Joan, en plena calle Major, se halla la nueva mezquita, en una vivienda particular que antaño acogió un negocio. El Ayuntamiento, dirigido por el pacto El Pi-PP, con el alcalde Francesc MestreFrancesc Mestre (El Pi) a la cabeza en esta parte final de mandato, se muestra de lo más serio y exigente con sus responsables. En el reciente pleno municipal, Mestre desveló contactos con un abogado "para reconducir el tema". En concreto, al no aportar, la comunidad musulmana, la documentación requerida dentro de los plazos fijados, "deberán atenderse a las consecuencias, ya sea desmontar o quitar".

Asimismo, en el mismo pleno, debatiéndose los robos registrados en el municipio, Mestre reveló que en 2017 mantuvo contactos con los dirigentes de la comunidad musulmana local y al comentarles, junto con la Policía Local, "una serie de personas que creaban problemas, la respuesta que nos dieron fue: no acuden a nuestra comunidad y son vuestros". Una discusión que constata cierto clima de desencuentro y tensión.

En contraste, Francisco Javier Giménez, presidente de la Liga Musulmana de Balears y secretario de la Federación española de entidades religiosas islámicas, consultado ayer por este diario subrayó que "todo está en regla". El local de culto de la comunidad islámica figura en el Registro de Entidades Religiosas, identificado como Al oma, y "se paga religiosamente el contrato de alquiler".

Recordó que hay musulmanes residiendo en Sant Joan desde hace lustros y que les resultó muy difícil encontrar una casa donde poder reunirse. "No cometemos ninguna ilegalidad", insistió. Contactaron con un ingenierio de cara a la adecuación total de la mezquita a la pertinente normativa y a la obtención de la correspondiente licencia de apertura.

Por todo ello, Giménez aboga por evitar los choques y la judicialización de este tipo de casos. "La convivencia siempre ha sido buena", remarcó, lamentando la actitud "obsesiva" del alcalde, quien "está emperrado en ir en contra de la mezquita, sospechamos que personas de su entorno le deben presionar". Y concluyó rotundamente: "No pedimos ningun trato especial, simplemente que se nos trate igual que al resto de vecinos".

Campos y Portocolom

Campos

En los últimos años también han generado recelo las intenciones de abrir nuevas mezquitas en los pueblos de Campos y Portocolom. El caso de Campos es llamativo ya que los musulmanes compraron una antigua y conocida discoteca dentro del pueblo. Una coincidente suspensión temporal en la concesión de licencias a nuevos locales de culto, aprobada en pleno, es tachada por muchos de "inconstitucional" al poner impedimentos a la libertad religiosa.

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