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Entrevista

Bàrbara Sagrera: "No está reñido hablar un catalán coloquial y que a su vez sea correcto"

"El problema de Alcover es que era mallorquín; si hubiera sido francés o alemán sería conocidísimo"

Sagrera en la primera planta del museo dedicado a Alcover en Can Socorrat. s. sansó

¿Las Rondalles son para tanto?

Nuestras Rondalles no son únicas pero tampoco son menos importantes que las recopiladas por los hermanos Grimm o Perrault. Es por eso que desde la Institució hemos iniciado un ciclo de narración oral para niños y adultos; para difundir y reforzar la idea de que las mismas historias se van repitiendo en distintos lugares y culturas. Fomentar la importancia de escuchar historias, el cúmulo de sensaciones y emociones que transmiten.

¿Para reivindicar la oralidad?

Eso es, para que descubran una comunicación viva y real. Las sesiones para niños van a ir acompañadas de un taller de manualidades, para que puedan escuchar y manifestarse de forma plástica. Contaremos con tres narradores: Francesca Vadell, Caterina Contacontes y Pere Morey.

También organizan un ciclo de debate sobre el significado y posible futuro de las fiestas populares, ¿No es así?

Sí, en este caso el objetivo es canalizar el debate sobre las fiestas populares, cómo se celebran y dónde está el equilibrio entre la tradición y el precio de la modernidad. En definitiva, creo que nadie tiene el poder de dirigir una celebración, sino que es la gente la que va haciéndolo.

¿Cómo llega usted a la gerencia de la Institució Alcover?

Por una serie de circunstancias supe que la anterior gerente, Maria Magdalena Gelabert, quería dejarlo. Así que presenté mi currículum y mi linea de investigación relacionada con Mossèn Alcover, que recibió el premio al mejor ensayo por parte municipal en 2017 (aún por publicar).

¿De qué trata el estudio?

Es un corpus de fraseología. Ha sido un arduo trabajo de localización de cada entrada vinculada a Balears del Diccionario Alcover- Moll. Unido también a un vaciado y análisis riguroso de las rondalles de las islas, del Arxiduc y del Cançoner Popular de Mallorca. El objetivo es demostrar la riqueza de la fraseología del catalán, de su estructura; de sus dichos, que es donde se manifiestan las diferencias dialectales. Eso puede tener un gran interés para antropólogos, lingüistas o filólogos. Porque si bien una parte de esas frases se han perdido, hay otras que permanecen vivas, aunque sean frases fosilizadas.

¿Cómo cuál?

Passar l'arada davant el bou, por ejemplo. Se sigue utilizando pese a que ya no hay arados tirados por bueyes. O, Qui no vol pols que no vagi a l'era, que pese a ello tiene un valor metafórico muy grande.

¿Sufrimos un empobrecimiento lingüístico?

Sí, y de precisión en el léxico. Pero tampoco creo que sea tan grave o irrecuperable. Me refiero a que los jóvenes de hoy en día quizá no diferencian un árbol de otro y para ellos todo sea simplemente un árbol, pero es probable que sepan las partes de las que se compone un ordenador. En el caso del léxico catalán, la gran presión por parte de otra lengua como es la castellana, tanto en la televisión como en las redes sociales, no ayuda. La escuela franquista trabajó mucho en la fraseología castellana en los niños de aquí. Por eso la gente que ahora tiene 50 años o más sigue utilizando frases en castellano como Más vale prevenir... o A falta de pan buenas son tortas? sin saber que tienen su equivalente en catalán.

¿Las redes sociales acabarán con el catalán?

No, aunque tampoco hay que bajar la guardia. No se trata de ser un purista, pero creo que la gente no es consciente de la consecuencia de determinadas actuaciones. La lengua hay que cuidarla como cuidarías otra cosa importante. No hay porque decir 'pues', 'algo', 'vale'? en medio de una frase en catalán. Creo que no cuesta tanto y por ello no eres un pedante. Hay que tener clara una cosa que es importante, y es que existe el binomio catalán coloquial y registro correcto. No se trata de aprender una lengua de laboratorio, sino que podemos hablar como lo hacemos día a día y hacerlo correctamente. No está reñido. Y eso es algo en lo que Alcover nos da una lección.

¿Alcover sigue siendo poco reconocido?

No. Entre los territorios de lengua catalana no. Alcover tiene un problema y es que era mallorquín. Si hubiera sido francés o alemán sería conocidísimo, no le quepa duda. Pocas lenguas tienen un diccionario de las características del Alcover-Moll, con tanta información.

¿Y conocido a nivel escolar?

Es cierto que en estos momentos hablar de Alcover es una iniciativa del profesor o del departamento. En bachillerato se le menciona de paso cuando se habla de la Renaixença.

¿Debe intenvenir la Institució en este sentido?

Hay que ser conscientes que el mundo de la cultura es minoritario y que cuesta mucho mover a la gente, así que para empezar no debemos esperar multitudes. Además esta (Can Socorrat) no era la casa de Alcover. Pero todo ello no quita que este sea un espacio museográfico moderno que debe seguir evolucionando, ofreciendo, a su vez, material a las escuelas para que después su visita sea más atractiva.

¿Cuál será la próxima actividad a señalar?

La conferencia titulada Voleu fresses? sobre los darrers dies en la Mallorca tradicional, a cargo de la doctora Caterina Valriu, con la actuación musical de Vers Endins. Será este viernes a las 19,30 horas.

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