Los 240 alumnos del colegio Es Puig de Sóller fueron desalojados de las aulas a primera hora de ayer después de producirse un conato de incendio en la sala de calderas del centro escolar. Los niños fueron evacuados al pabellón polideportivo contiguo sin que se produjeran incidencias.

Al lugar de los hechos se desplazaron dotaciones de los Bomberos, Guardia Civil, Policía Local y una ambulancia del 061.

La evacuación del centro se llevó a cabo tras saltar la alarma de incendios. Al parecer, la caldera de la calefacción sufrió una avería que provocó que generara más humo de lo normal, lo que disparó la alarma de humos. El centro educativo activó el protocolo de desalojo de las aulas y los maestros trasladaron a todos sus alumnos al pabellón polideportivo del Puig.

La actuación de los bomberos no se hizo necesaria ya que no se produjeron llamaradas. Los efectivos de este cuerpo accedieron a la sala donde se produjo el conato y comprobaron que no había peligro. La caldera de la calefacción fue desconectada de la red para que no se pudieran generar nuevos avisos de alarma por incendio.

La concejal de educación, María Cruz Enseñat, afirmó que "todo quedó reducido a un susto porque no se produjeron incidencias pese a que la alarma se desató en el momento de la entrada de los alumnos a las clases". Según relató, la caldera emanó una gran bocanada de humo negro que provocó que se disparara la alarma de incendios del colegio por motivos que no pudo precisar. No descarta que fuera consecuencia del mal tiempo que ayer se registró en el valle que levantó fuertes rachas de viento.

La concejal aseguró además que la maquinaria de calefacción había pasado recientemente la revisión y que a partir del lunes los técnicos intentarán averiguar las causas que provocaron lo que para Enseñat fue "un susto". Hasta que no pueda ponerse en marcha de nuevo, las aulas de educación primaria no dispondrán de calefacción central. El centro escolar acoge alumnos de educación infantil y primaria.