La empresa concesionaria de la rehabilitación del Teatro Principal de Inca ha solicitado permiso para detener las obras. En un escrito entregado al Ayuntamiento de Inca, que preside la Fundación Teatre Principal, propietaria del edificio, la firma sostiene que no es posible continuar. Vías y Construcciones explica que es preciso detener la ejecución mientras se redacta un proyecto complementario que indique como proteger un antiguo pozo aparecido recientemente con motivo de la excavación.

El Teatro Principal de Inca es propiedad del Ayuntamiento , del Consell de Mallorca y del Govern de les Illes Balears a partes iguales. Juntos constituyen la Fundación Teatre Principal que ha contestado ya al escrito de la empresa.

Contestación

Virgilio Moreno, alcalde de Inca y presidente de la fundación, explica que se ha dirigido un nuevo escrito al adjudicatario conminándole a continuar otros trabajos complementarios. “La fundación ha efectuado consultas a los autores del proyecto. Estos han informado que existen otros trabajos complementarios, no afectados por la protección del elemento patrimonial, que pueden ser ejecutados mientras se modifica el proyecto”, asegura el alcalde.

Moreno indica que “los arqueólogos han inspeccionado ya el pozo y han apuntado una serie de medidas a tomar”. La intención municipal es que el elemento se conserve y que además pueda ser observado por los ciudadanos. “No tiene sentido rescatar un elemento así y que luego no pueda ser disfrutado por los contribuyentes. Sería absurdo soterrarlo otra vez”, dice.

El proyecto modificado incluye la construcción de un suelo de cristal alrededor del brocal del pozo. Y ya que éste queda a diferente nivel del suelo previsto, pues sobresaldrá cuarenta centímetros, que el suelo transparente se complemente con una urna también de cristal.

El problema que se puede plantear ahora es que la ley permite incrementar el precio de la contrata en un 10% por errores de medidas y otro 10% por modificación por defectos del proyecto. Quedará por ver, entonces, si el modificado asciende a una cantidad superior. Moreno dice que “no debemos alarmarnos antes de hora, veremos que dicen los arquitectos y si existe el problema lo afrontaremos, pero de momento aún es pronto”.

Hallazgo

Las obras de reforma pusieron al descubierto a principios de año el brocal de un pozo del siglo XVIII que no estaba documentado y que obliga a modificar el proyecto de rehabilitación del equipamiento para integrar el elemento en el conjunto cultural.

Se trata de un antiguo aljibe que se alimenta de agua mediante el sistema de tres pels, filtraciones de líquido procedentes de la capa superficial del subsuelo.