A lo largo de los próximos meses la sociedad recreativa La Unión se vestirá de largo para conmemorar el 125 aniversario de su fundación, una efeméride con la que la entidad quiere además dar a conocer las actividades que ofrece a sus socios.
La Unión, o como se la conoce popularmente, 'sa Botigueta', nació en 1893 fruto de la fusión de dos entidades recreativas anteriores que vieron su origen a mediados del siglo XIX. Eran 'La Torre' y el 'Círculo Recreativo', que tras su fusión dieron paso a La Unión, el nombre oficial que todavía hoy ostenta esta centenaria entidad.
Los orígenes de 'sa Botigueta' hay que encontrarlos en los numerosos sollerics, especialmente en Cuba, las Antillas y Puerto Rico. Muchos de ellos hicieron fortuna con el comercio y la industria local de las entonces colonias españolas y regresaron a Sóller para vivir con comodidad sus últimos años de vida retirados de sus negocios. A ellos se les atribuye la construcción de numerosos palacetes y casas señoriales que pueden verse en muchas calles de Sóller.
Pero además de amasar fortuna e invertir en casas palaciegas, estos emigrantes retornados decidieron crear una sociedad recreativa alejada de las tabernas que por entonces servían para reunir a los sollerics. Formaban lo que fue una especie de aristocracia local para diferenciarse de los sollerics más mundanos y más pobres.
'Sa Botigueta dels senyors'
Por ello se creó en 1887 la sociedad recreativa 'La Torre' que muy pronto fue apodada como "sa Botigueta dels senyors" que pasó a ocupar un edificio en forma de torre que había en el perímetro amurallado de la parroquia de Sant Bartomeu.
Con el derribo de las murallas parroquiales, la entidad se trasladó su casino al edificio de Can Bordins situada en la misma plaza de la Constitución, donde en 1983 se fusionó con el 'Círculo Recreativo'. Tras unos años ocupando un local donde antes había una carnicería (de ahí el apodo de 'sa Botigueta'), la Unión adquirió en 1909 un amplio local situado entre el Borne y la avenida de Jerónimo Estades. Su compra se efectuó con el pago de 40.000 pesetas y todavía hoy permanece ahí tras más de un siglo.
A lo largo de sus 125 años 'sa Botigueta dels senyors' ha pasado por múltiples vicisitudes y situaciones económicas fruto del contexto social en el que se ha ido moviendo. Lejos de los aires de grandeza de sus fundadores, hoy en día la entidad tiene distintas secciones al servicio de sus socios que poco tienen que ver con los fundadores de la entidad.
Tiene bar, sección de fútbol, ajedrez o billar, grupo excursionista y peña de fútbol, entre otras. En sus amplias dependencias hay sala para ver la tele o leer la prensa y espacios adaptados a las necesidades de sus secciones deportivas.
Durante años 'sa Botigueta' fue cuna de reuniones de gente ilustrada y punto de encuentro para las tertulias de los más eruditos. Uno de sus más ilustres visitantes fue el pintor y escritor catalán Santiago Russiñol, que fue asiduo al casino de 'sa Botigueta' de la que dejó constancia en su obra La isla de la calma, como recuerda el historiador solleric Antoni Quetglas, que ha elaborado diversos trabajos sobre la historia de esta peculiar entidad.
El actual presidente de 'sa Botigueta' es Carlos Darder, que se ha propuesto dinamizar la entidad, incrementar la masa social y ofrecer múltiples actividades para sus socios. Por ello, la junta que encabeza ha comenzado a preparar las actividades para conmemorar el 125 aniversario que empezarán a desarrollarse a partir de mayo, con motivo de la celebración de la feria de Sóller.
