La detección de una mochila sospechosa en la estación ferroviaria de Inca obligó ayer a mediodía a deplegar un operativo policial de seguridad que mantuvo cerrada y acordonada la terminal durante casi una hora, hasta que la Guardia Civil y la Policía Local comprobaron que se trataba de una falsa alarma.

Sobre las 11,30 horas las cámaras captaron a un individuo dejando un paquete en el vestíbulo de la estación, por lo que los responsables de la terminal avisaron a las fuerzas de seguridad, que procedieron a desalojar el edificio y a acordonar el exterior del recinto. Incluso vinieron los agentes especializados en detección de explosivos, acompañados de perros.

Finalmente, el incidente se quedó en un susto, pero provocó mucha confusión entre los usuarios del transporte público y los ciudadanos que pasaban por la zona, impresionados con el operativo policial. Diversas unidades de la Guardia Civil, de la Policía Local y de la seguridad privada de la estación se encargaban de vigilar que nadie accediese a la zona.

Cancelaciones de trenes

La falsa amenaza de bomba y el precinto de la terminal ferroviaria provocaron retrasos y la cancelación de diversos trayectos que debían pasar por Inca, que se quedaron parados en las estaciones de Lloseta y el Enllaç.

Serveis Ferroviaris de Mallorca informó de que se cancelaron seis servicios: Palma-sa Pobla, con salida a las 11,35 horas; Palma-Inca (11,50 horas); Palma-Manacor (12,15); Manacor-Palma (11,23); Sa Pobla-Palma (11,56); y el de Inca-Palma con salida a las 12,36 horas. La empresa habilitó autobuses para que los usuarios pudieran llegar a sus destinos.