Sorpresa ayer en el pleno extraordinario de Calvià. Pese a que el concejal de Sí Se Puede Calvià, Fernando Alcaraz, había anunciado que se abstendría en la votación para aprobar los presupuestos de 2018, finalmente votó en contra al "no estar de acuerdo con las cuentas presentadas por los socialistas". El alcalde de Calvià, Alfonso Rodríguez Badal y todas las formaciones presentes mostraron su sorpresa por dicho "cambio repentino".

Doce votos favorables y trece en contra fueron los resultados. Alcaraz señaló que los socialistas "no pueden hacer lo que quieran, cuando quieran y cómo quieran" y acusó al equipo de gobierno de confiar en su abstención cuando "no han intentado negociar con ningún partido".

El regidor de Sí Se Puede Calvià apuntó que su nueva postura se decidió en la asamblea celebrada el pasado viernes y que no tenía nada que ver con la retirada de apoyo a la investidura de Alfonso Rodríguez Badal, ni del acuerdo de gobierno sino porque "no están de acuerdo en muchas partidas", como el área de Participación Ciudadana y Juventud o con la partida de 300.000 euros para las actuaciones de Smart City Calvià. Ahora Alcaraz argumenta que no está de acuerdo con "los presupuestos en general" y que no se le ha tenido en cuenta para negociar partidas tan importantes como la de Calvià 2.000 o el convenio con la empresa Olimpia.

Por su parte, el alcalde de Calvià, Alfonso Rodríguez Badal, declaró que "no acepta ni chantajes ni venganzas". Rodríguez señaló que "si con este voto en contra Alcaraz cree que se está vengando del equipo de gobierno lo que está haciendo en realidad es ir en contra de los intereses de los ciudadanos porque ha faltado a su palabra".

Según apuntó el alcalde, "él se fía de la palabra de las personas" y tan solo hacía unos días que el propio ex socio de gobierno había confirmado su abstención al portavoz del Ayuntamiento.

Cambio de escenario

Con este nuevo escenario político, el alcalde de Calvià tachó de "irresponsable" a esta formación y señaló que ahora mucha gente entenderá la situación límite que vivió el equipo de gobierno hasta que le destituyeron porque, según explica Rodríguez Babal, el concejal de Sí Se Puede intentaba reabrir las negociaciones constantemente.

Rodríguez calificó de "decepcionante" dicha actuación y comentó que los ciudadanos de Calvià no deben preocuparse porque los presupuestos de 2017 se prorrogarán y con ellos, los proyectos políticos previstos en esa partida.

Después de ver los resultados de la votación, el silencio inundó la sala y los concejales se fueron levando de sus asientos mirándose los unos a los otros. Todos estaban convencidos, y así lo había declarado el propio Alcaraz, que las cuentas saldrían adelante gracias a la abstención del concejal de Sí Se Puede, lo que provocaría un empate: 12 votos favorables y 12 en contra y sería el voto de calidad del alcalde quien decantaría la balanza. Pero solo fue un escenario imaginario.

Rodríguez acusó a Alcaraz de mentir ya que durante las últimas semanas el regidor de Sí Se Puede había reconocido estar de acuerdo con el "90% de los presupuestos" y por tanto, "nunca podría votar en contra" pero "es la nueva inconsciencia de la política de izquierdas", apostilló.

El alcalde también lamentó no haber llegado a un acuerdo con la regidora no adscrita Isabel Manresa y el concejal de Ciudadanos, Carlos Tarancón, y descartó la posibilidad de ser sometido a una moción de censura.

Destitución

El pasado mes de diciembre, el concejal de Sí Se Puede Calvià fue destituido del equipo de gobierno al no llegar a un acuerdo para aprobar los presupuestos de 2018. Según justificaba el alcalde de Calvià, Alfonso Rodríguez Badal, "la desproporcionalidad en algunas partidas y la inestabilidad en los acuerdos" les llevó a expulsar a Alcaraz por "falta de confianza en este proyecto". Por su parte, Alcaraz se mostró indignado porque, según él, se enteró por Facebook de su expulsión. "Y aún a día de hoy no me han explicado los motivos reales de mi destitución" sentencia.