La campaña impulsada por el ayuntamiento de Artà, con la implicación de múltiples agentes, de cara a prevenir y frenar el consumo de drogas y conductas adictivas, advirtiendo especialmente de los riesgos que conlleva el abuso del alcohol, se notó ayer de forma sustancial. Tal y como rezan los carteles y las pegatinas divulgadas entre la ciudadanía, la fiesta de Sant Antoni de Artà "es tradición, es cultura, es sentimiento, es fiesta". Por ello, "tómatela con responsabilidad". Un año más, la jornada del día 16 volvió a ser multitudinaria, aunque según reconocieron muchos vecinos, la sensación fue de una menor saturación y un menor agobio que años anteriores. Eso sí, se confirmó nuevamente que Artà conserva en gran parte su auténtica esencia y las jornadas del 16 y 17 son, de hecho, "puro sentimiento".

La revolución que significan los dos días tuvo ya ayer los ingredientes de costumbre: típica merienda en la Casa des Trull, presencia de autoridades políticas, rostros conocidos del panorama sociocultural, apoteósica salida de los dos dimonis, Biel Ferriol y Xisco Sansó, Mosca Júnior (este último se estrenó en tan importante cargo), entusiasmo colectivo, músicos incombustibles que brindan una muy sentida banda sonora, gloses y cánticos, despliegue de seguridad (a destacar los controles de la Guardia Civil y Policía Local), teñido de camisas blancas y pañuelos rojos, consumo de herbes, mesclat, pomada, mistela y moscatel, Completes, foguerons...

En definitiva, una jornada de lo más completa y entrañable. Y hoy, miércoles, se celebrarán también los actos de costumbre de cada día 17 de enero. De la edición de este 2018 sobresale la conmemoración de un sello de Correos que promociona la fiesta.