Perros, gatos, periquitos, caballos, tortugas, conejos, etc. Un año más, la emblemática fiesta de cada mediados de enero, Sant Antoni, saca a la calle a animales de todo tipo, de pèl i ploma, con sus propietarios, de todas las edades. Tampoco faltan las carrozas con motivos payeses. No en vano, la bendición del famoso protector es una de las tradiciones más arraigadas de Mallorca.

Este pasado fin de semana ya se celebraron beneïdes tanto el sábado como el domingo, en municipios como Llucmajor, Sencelles, Marratxí, Santa Eugènia, Biniali, Felanitx y Santanyí. Todo ello en la previa de las grandes jornadas festivas de Sant Antoni, es decir, los días 16 y 17. Lo más llamativo es que localidades de la isla anuncian beneïdes para el día 17, el próximo fin de semana, 20 y 21, e incluso el siguiente, 27 y 28.

En Llucmajor, si el sábado Badies estrenó las beneïdes, ayer fue el turno de s´Arenal. En la ciudad de Llucmajor serán el 21. De este pasado fin de semana también cabe resaltar los diversos correfocs y foguerons celebrados.

En el municipio de Santanyí ayer hubo beneïdes en Santanyí, s´Alqueria Blanca y es Llombards. Mientras que en Felanitx, en Cas Concos. En ambos municipios se publicitan otras múltiples convocatorias para los próximos días.

Pòrtol, Santa Eugèniay Calvià tampoco dejaron escapar las populares beneïdes. En la plaza de la iglesia de Pòrtol, ayer el rector Emilio Ramos procedió a la bendición de los animales. El toque musical fue a cargo de la colla de "xeremiers" de Marratxí. En Santa Eugènia las beneïdes comenzaron pasadas las cuatro de la tarde. Como es habitual primero desfilaron las carrozas y después se bendijo a los animales. Posteriormente se leyó una ´glosa´ y siguieron el recorrido por las calles del pueblo.

Por otro lado, la parroquia de Sant Pere de Sencelles se adelantó y celebró las tradicionales beneïdes el sábado por la tarde, mientras que la parroquia de Sant Cristòfo de Biniali lo celebró ayer.