El juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Palma ha condenado al Instituto Balear de Infraestructuras y Servicios Educativos (IBISEC) del Govern a indemnizar con 271.000 euros a unos vecinos de Sóller por los daños que les ocasionó la construcción del colegio público del Fossaret.

La sentencia, pese a que es recurrible en apelación, sostiene que la construcción del complejo educativo provocó daños en una propiedad adyacente, inundaciones de la vivienda y daños físicos y morales a su titular "derivados de haber tenido que soportar todo este proceso".

El litigio que ahora ha concluido con la sentencia viene a poner fin a un procedimiento que arrancó en 2012. Anne-Marie Godfrey demandó el IBISEC, el ayuntamiento de Sóller y la constructora del edificio por los percances que sufrió la vivienda que colinda con el centro escolar.

Durante su construcción, se derribó una pared que separaba ambas parcelas y se produjeron daños en el jardín de la vivienda sin que la administración contara con los permisos de ocupación temporal del terreno.

Con posterioridad a la construcción del centro escolar, los sótanos de la casa comenzaron a inundarse cada vez que llovía, ya que supuestamente se cegó un eixugador subterráneo que drenaba los bajos de las viviendas situadas en la calle Ànimes. Como consecuencia de ello, la vivienda sufrió desperfectos y humedades. Además de los daños en la vivienda, la demandante reclamó por los daños físicos y morales que sufrió en propia persona durante y después de la creación del colegio.

El magistrado aprecia que "existe nexo de causalidad entre la realización de la obra y las inundaciones" y concluye que la administración es la responsable de los daños causados que un perito estableció en 271.000 euros.

Las obras del centro escolar arrancaron en 2009 y concluyeron en 2011. Supusieron una inversión de más de 4,5 millones de euros, en tanto que el Ayuntamiento aprovechó las obras para construir un aparcamiento subterráneo bajo el centro escolar.